jueves, 31 de mayo de 2012

Pregunta a la Luna

Los pies se mueven como pueden,

sin una razón para ir a algún lugar.

Sin una motivación que pueble sus cuerpos

buscan una luz en las ventanas de los callejones.



Bajo su destino incierto,

Ellos cada noche le preguntan a la luna

si alguna vez tendrán un alma.



Arrastrandose alrededor de las vías,

la locomotora los aturde,

el mecanismo que corre.

Buscan la música de aquél traqueteo.



Bajo su destino incierto,

Ellos cada noche le preguntan a la luna

si siquiera puedan llorar.



Sus ojos están perdidos

en su película gris.

Buscan el arcoiris

en la condensación sobre el vidrio que los separa del mundo.



Bajo su destino incierto,

Ellos cada noche le preguntan a la luna

si respirarán alguna madrugada su luz amarilla.

martes, 29 de mayo de 2012

Niño encadenado

Tu rostro y ese velo
que no sé si vos creaste.
Mi vista se cansa de forzarla,
en este crepúsculo que se apresura.

Mi palabrerío de aprendiz de libros,
que esconde mi niñez,
por la que espío.
Un suspiro me deshace.

Desde el piso
tu cintura se confunde con el cielo.
Solo alcanzo a besar tus tobillos;
podría ofenderte.

No quiero pensar,
por qué llevo este collar al cuello,
ni por qué tironea
desde el fondo de tu bolsillo.

Cubrirme con tu falda,
jamás me acercó a tus piernas.
Solamente eras ascua que encendió la tela.
Me había enredado y la llama lo quemó todo.


martes, 22 de mayo de 2012

Desnudos

  El esqueleto de un paraguas se anuda en la ventisca y rebota contra los adoquines lustrosos de humedad. Pies en movimiento; entumecidos e insensibles al bajorrelieve. Manos que acarician el poliéster, temblorosas.
  Al subir a la vereda, ojos ven gotas aisladas por brillante grasa de motor. Suelo resbaloso y en pendiente.
  Cientos de pequeñas hojas dan una idea de la forma que puede tener el viento. Nubes altas, transformadas en la tapa de una caja de cemento.
  Una fina llovizna es molesta a la piel. Continua. En algún lado, cerca, llueve más intensamente. Se escucha el sonido de las gotas al golpear contra las copas de los árboles, al destruirse contra unas chapas de zinc a punto de soltarse. También el ruido del viento, al llegar al fin de una calle cortada y estrellarse contra el frente de una casa. Ventanas que se abren, se cierran, se abren... Un estruendo y un chasquido metálico las cierra para siempre.
  La suela de unos borcegos aúllan contra granuladas baldosas; los cordones barrosos y deshechos de ser pisados.
  Volantes de un evento pasado se confunden entre las hojas en el aire; uno viaja hasta la salida de un desagüe, donde acaba su planeo. Se deshace.
   Una bolsa arrastrada por la corriente, se prende a una rodilla. Resiste encallada.
   Una mano la aparta y continúa su vuelo...

martes, 15 de mayo de 2012

Minusválida figura

Camino por la orilla del mar de arena,
y veo una casa derribada.
Y entre las maderas,
un cuerpo que junta los pedazos.

Intento gritar consejos,
me desespero;
tengo prohibido pisar tierra.

En el océano las casas son de sal,
ausentes de muros...
Algo en esa destrucción me llama a querer.

Mis pies,
que siempre acariciaron la superficie del mar,
ahora se pierden en ella y temen,
lentamente.

Sigo contemplando el ser entre sus restos,
mientras el agua me sube por las piernas,
o yo bajo hacia ella,
impotente.

Siento por vez primera,
el agua fría,
en mis huesos.

Y mis ojos en ultimo lugar,
que llegan a vislumbrar por última vez,
la minusválida figura.

lunes, 7 de mayo de 2012

Bosque de otras cosas

Te  vas por la senda oscura,
y cuando pensé que te acercabas,
en realidad te estabas yendo.
Y cuando descubrí que te te fuiste,
solo ví una silueta de carmín.

Una delgada película de claridad eléctrica;
de un lado vos, succionada, 
Y de este lado yo, aprovechando el pequeño haz,
para recordar tu contorno.

Y descubrir que nunca vivimos nuestras vidas,
Solo fuimos un ensayo de algo terminado,
que avanza y decolora esta fútil prueba...

Tu vida como marcha de cuadros,
tan cómoda en tu sillón de vulgaridad,
Un cordón de resplandores te ata las manos.

Te perdí en un bosque de pantallas y teclados,
que producían una luz de oscuridad.
Apenas dar unos pasos en la senda,
me detengo, huyo.

De todas maneras, yo también estoy perdido,
en mi bosque de otras cosas.
Siempre hay un bosque de otras cosas 
que no nos deja acariciar nuestra piel.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Ufa

¿Será que solo...?
Ahhh...
No, yo se que puedo,
Estee , pfff.

¿Hay lugar para mí en tu mundo? Emmm
Yo... eso creo.
Estee...
No sé.

Quisiera salvarlo, creo...
hacer algo mío, o mas o menos.
Pero, capaz...
Mmmh.

No lo voy a hacer,
no quiero,
pienso.
Ufa.