¿A qué precio?
¿A qué precio?
Uniéndose solo logran dejar a alguien en la soledad,
lo opacan, lo apagan,
Democracia y pensamiento unificado
¿A qué precio?
¿A qué precio?
Si la minoría no tiene más remedio que morir,
si en la masa esta la falsa verdad,
Mi hada de mil colores pierde uno cada día,
los destruye diariamente,
Como máscara incolora,
su belleza no lo es para no ser vista.
Dejen de apilarse debajo del rey del picas,
basta de repetidos instintivamente,
Soy el comodín de la baraja;
nunca dejé de cartearme para ser yo,
pero aún no encontré el otro igual a mí.
Soy el comodín de la baraja;
soy otros para ser yo,
estoy solo pero me trasformo
y así sigo sintiéndome incómodo.
Soy el comodín de la baraja,
como yo hay uno igual,
pero estamos tan sensibles a trasformarnos,
que quizás estuvo frente a mí,
pero no lo supe entender.
Soy el comodín de la baraja,
estoy solo una vez más,
y otra vez vuelvo a este rondó
de mi corazón roto...
Otra vez gracias a la colaboración del Pontífice Inexacto |
Qué miedo ser ese naipe, qué valentía la del Rey del ajedrez que no sabe de naipes ni de comodines.
ResponderEliminarAbrz.
Me gustó, no le diste tantas vueltas, fuiste más simple que otras veces y te quedó mucho más lindo.
ResponderEliminarLas interpretaciones me las reservo por esta vez; pero ser un comodín no tendría por qué dejar el corazón roto, todo tiene su valor siendo como es.
Me gustó mucho cómo quedó la imagen también [: Acorde.
Besos muchos.