jueves, 23 de diciembre de 2010

Paranoid Android

-Es ahí donde diferimos, la caja de luces es un portal de ilusiones para mí, para vos ha de ser la forma en que te quedes ciego; de todos los colores elegiste el negro y el blanco, que ni siquiera lo son.
-La caja de luces es una adicción que da brincos en el tiempo; uno nunca sabe dónde te deja, pero uno empieza por el orgasmo y termina saliendo totalmente excitado.
-Es la razón, pero nuestros significados de vida difieren: no vaya a ser que tires los dados, saques siete y el brinco de justo en la muerte.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Trovato

Falsa religión
impune a dioses caprichosos.
Detrás de mi sonrisa,
están mis dientes
Unión patibular
Besos de escoria
Mientras la savia
brota de tu espalda
Observando la tempestad
Hace tiempo que incinere tus ojos
Luz blanca de auspicio
Ausencia de oscuridad
Te ausentas de la credulidad,
pero es tarde para desconfiar
Salinas de carne tuya
preservan mi traición eterna.


miércoles, 1 de diciembre de 2010

Franco

  Me encuentro en un estado de trance producido por el silencio. Silencio, ¿Quién podría haberlo imaginado siquiera en tal lugar? Todo se mantiene en un profundo letargo, el edificio casi parece dormir. Entrecierro los ojos intentando recordar algo, no puedo ordenar mis ideas, el clima me adormece.
   Las cortinas tapan el sol abrasador de la tarde, mientras la humedad va fundiendo la piel en agua, causando el típico calor de terma. Es inaguantable,  gotas frías de sudor recorren mi costado y ya empiezan a asomar manchas debajo de mis axilas. Como el estallido de un despertador en nuestras cabezas, un ring nos despabila del entresueño general.
  Fuera, los cuerpos parecían arrastrarse en un mar de cansancio y agua. Me dirigí lentamente a la salida.
    “No se pudo hacer nada Facundito, sabés que quisimos hacer todo por la abuela, pero ya estaba muy enferma la pobre,  quién sabe desde cuando se empezó a sentir mal, viste que ella nunca dice nada… Pero ya vas a ver que todo va a estar mejor, no te preocupes. Tenés que pensar que ahora la abuela va a estar en un mejor lugar, y todos vamos a estar mas tranquilos.”
  Saludo sin pensarlo a la portera, la rutina me simplificaba ciertas cuestiones. Lentamente levanto la cabeza al cielo. “Hoy a la noche, llueve” Y Franco que no se guardaba nada, aún cuando sabía que nadie lo quería escuchar y que por qué sos así y que se yo y andá a cagar.
  Busco refugio de la calle junto a un grupo que se dirigía en el mismo sentido al que debía ir, con el que, por suerte, no guardo relación. Camino detrás de ellos pensativamente, pensando cada paso que doy, si esta dado en la dirección correcta.
  “No se pudo hacer nada Facundito, sabés que tu papá nunca te quiso, que la única que te quiere es tu mamá. Ese hombre no se merece a un hijo como vos, no lo necesitabas. Y se fue…  Pero mirá, che, ahora ya no vas a recibir más golpes ni nada. Vas a estar mas tranqui, vas a ver que todo va a estar mejor, no te preocupes.”
   Miro a ambos lados de la calle a pesar de que solo se puede circular en un sentido. Meto las manos en los bolsillos pero el tactar algo pegajoso me hizo retirar la mano. Tres caramelos derretidos por el sol se fundieron en mi bolsillo, insulto e intento limpiarme el caramelo que me había quedado en una mano con la otra. Lo único que consigo es ensuciarme las dos. Me arrepentí del momento en que acepte esos tres caramelos como cambio, y el momento en que me los metí en el bolsillo, y lo olvide allí, y  el pantalón que tengo que usar una semana completa.
  Una tenue brisa enfría el cuerpo que, casi al instante, vuelve a sumirse en el calor de Diciembre. Paso frente a un negocio y miro por mirar, me pregunto cuantos años tendrán esos juguetes de plástico a la venta, que ya no se deben fabricar.
  Faltan dos cuadras para llegar a la parada del colectivo. Esa parada que esta allí desde antes que el mundo,  y su gente que se apoya, que lo afloja, que lo mea. La parada rutinaria que tiene el sabor de la propia casa.
  “No se pudo hacer nada facundito, sabés que intentamos salvarla, pero los incompetentes del hospital, que tardaron en llegar, y tu hermanita que se desangraba, que gritaba como los mil demonios, que aullaba pidiendo que le devuelvan el brazo, que era de ella. Pero que con lo tarde que llegó la ambulancia perdió mucha sangre y las transfusiones fueron inútiles. Pero vas a ver que te vas a poner mejor,  ahora ella ya no va a llorar más por el brazo, va a ser un angelito manco que te va a mirar desde el cielo…”
   Sigo mi camino recordando hacia dónde me dirijo. Comienza a tronar, el cielo descarga algunas gotas a tierra, pero no se transforma en llovizna. El clima se pone más frio, pero la humedad caliente revive el calor del sol. La parada estaba allí delante, como siempre, y un colectivo que se jactaba de haber pasado segundos antes de que llegara a la parada.
  Para matar el tiempo miro al cielo. Descubro los matices grises de las nubes y me pregunto qué es un color. Descubro formas y escucho el ruido del viento que corre furioso sobre las copas de los árboles, corriendo hacia algún punto del planeta. Una figura amarilla se recorta al final de la calle, es otro colectivo. Levanto la mano, pero no se detiene, está fuera de línea. Me río de mi mala suerte, aunque el colectivo no se detenga, el reloj sigue girando sobre su eje.
  La cantidad de gotas de lluvia comienza a aumentar y busco refugio bajo el techo de un kiosco. Me siento en el suelo cruzado de piernas y miro la calle.
  Contemplo las gotas de lluvia como si fuese la primera vez, la vista se me desenfoca, pero claramente puedo ver las gotas de lluvia estrellarse contra el pavimento, estrellarse en una caída de kilómetros, para morir y dar a luz a miles de gotas que terminan uniéndose entre si en la vereda. Comienza a arreciar y yo como eclipsado, miro las gotas de lluvia, que no caen al azar, sino que caen creando formas indescriptibles, formando surcos y danzando en el viento, como el ruido de una tele sin señal, casi parece que hago que las nubes se descarguen, que corran a más velocidad, que la masacre se de pronto, que todo se precipite de una vez, pero que nada acabe.
  Y ya no importan ni el colectivo, ni la abuela, ni que papá se fuera, ni mi hermana, ni los caramelos en el bolsillo, ni la humedad, ni el calor, ni el plástico viejo, y no se pudo hacer nada Facundito, sabes que no pudimos hacer nada, y dejá de mirar la calle, prestame atención que te estoy hablando.
  Las gotas seguían danzando y la fuerza con la que se mutilaban contra el pavimento para destruirlo y el pavimento que no cedía, y cada vez la lluvia mas furiosa, que me salpica las zapatillas y el coro de la tormenta como un murmullo en mi cabeza, adormeciéndome, con un mensaje que no podía descifrar, pero que debía hacerlo, frases que albergaban la sabiduría del cielo y los mares, halladas en un murmullo.
  Y ya no me preocupo del pantalón, de que sea lunes, de que me aborrezcan, de que mi papá me golpeara, golpeá, golpeá que no duele y Facundito, que no escucha a la madre que lo reta, dejá de mirar a la calle ¿Querés? Que no sacas nada mirando, que te ensuciás, que te mojás.
  Pero ya nada importa, porque descubro la lluvia por vez primera, y ya nada importa, sólo quiero ver llover. La lluvia parece no ceder, va a llover toda la noche.

martes, 30 de noviembre de 2010

Kevin McAlea

99 sueños he tenido,
y en cada uno un globo rojo.
Todo ha acabado y casi sigo en pie
entre este polvo que fue una ciudad.
Si pudiera encontrar un recuerdo,
sólo para probar que el mundo estuvo aquí,
y aquí hay un globo rojo...
Pienso en tí, y lo dejo ir.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Viento Sur

La vereda forjada hace tanto tiempo,
conserva su calor de hierro endurecido.
La carretera que algún día se construyó,
esa misma, la que no se usara jamás.

Vos, el ultimo habitante de ese pueblo,
al que perteneciste y fue olvidado,
junto con la carretera,
en la que ahora reposas recordando...

Flecha azul de madera,
fuego que quema,
llama dura,
sangre seca.

Dejaste el pueblo que nunca fue visto,
caminás por la ruta,
te agota la distancia,
es tanto lo que buscas...

Sos una grieta en el camino,
andas sabiendo que para vos no tiene fin.
No verás a nadie en la vera,
solo hasta morir.

A lo lejos se vislumbran cabellos,
debe ser el ángel, ha vuelto.
Sus manos saludan tu cuerpo dormido,
sobre el asfalto candente que anuncian el frío.

Tus ojos se cierran de paz,
soy yo el que me acerco,
de negro vengo a tu tumba.
Ya no imploras, buscas el Sueño.

Tu aliento ya es viento,
vuelve a la profundidad de la selva.
El cielo riega la tierra,
ahora que vos formás parte de ella...

sábado, 13 de noviembre de 2010

La ultima visita al hospital.

  Estoy en la misma sala de espera, como ayer, como el mes pasado, cono el año pasado... Su estado mental es muy vulnerable. Día a día espero el momento en que salga por la puerta y volvamos a nuestro hogar.
  Un médico se me acerca y me dice que allí dentro quieren hablar conmigo.
  Mi mente esta totalmente saturada. La carga económica y la tensión de saber que su vida pende de un hilo, hace tiempo que no me ha dejado dormir.
  Paso frente a un espejo, las ojeras se me marcan profundamente y en mi frente arrugada se vislumbra cansancio. Mis ojos, inyectados, están cansados de llorar.
  Giro el picaporte y entro a la sala donde me la encuentro postrada en una camilla. La imagen me lastima el alma: ojos vacíos que miran a la nada, intravenosa en su brazo derecho y un respirador artificial. Su piel, amarillenta, parece irse pudriendo. Un hilillo de baba se le escapa de la comisura de sus labios, que han perdido todo su color.
  Me aproximo y pienso que no me escucha, pero cuando llego a su lado me habla con una voz ronca:
- ¿Te quedaste a dormir en la sala de espera?
- Si.- Le respondí, incómodo.
- Mi...- Toce y tarda unos segundos en recuperarse.- Mi enfermedad no avanza, pero tampoco retrocede.
 Las palabras me produjeron una puntada en el pecho. De repente, se puso seria.
- Escuchame.- Parecía haber recuperado algo de las energías.- Tenes que dejarme, tenes que retomar tu vida.
- ¿Cómo? No podría abandonarte aquí.- Estaba inseguro.
- No es cuestión de lo que quieras.- Se tomo su tiempo para recuperar el aire. Estaba agitada.- No podes seguir pasando tus días en esa sala de espera. Mi vida de mierda está contaminando la tuya. Por favor, dejame, no vale la pena.- Mi corazón parecía detenido.- Sabemos que nunca voy a salir de este lugar, que me voy a morir viendo estas paredes blancas.
  "Pensé desde hace mucho en esto, Funes.- El escuchar mi nombre me produjo escalofríos.- Estoy rota, solo quiero morir en paz. Y no puedo soportar verte así, si volvés al hospital, no voy a dejarte entrar. No te quiero ver nunca más.
  Con los ojos llenos de lagrimas me di vuelta y salí de la habitación sin despedirme. Sus palabras fueron como puñaladas en mi pecho, pero una parte de mí comenzaba a aliviarse. Mientras voy por el pasillos, escucho un alarido de dolor que proviene de la habitación. Dos enfermeros entran rápidamente y yo sin poder soportarlo hecho a correr...
   Fuera las nubes cubren el cielo en su plenitud. Presiento que para siempre voy a tener que soportar, estas inmensas ganas de querer morirse, de no poder parar de llorar.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Nosotros, los suicidas.

          Los que poseemos el vértigo,
    no tememos hundirnos en una acelerada muerte,
                                                                                                              la vista del infinito,
                        nos da el miedo de caer,
                                     ante la seducción del suicidio.


Los vectores no tienen márgenes.
    Los edificios como piernas de mujer.
            El pecho embriagado del placer
que solo da ese impulso al vacío.


La pérdida de la profundidad,
                                        en un oscuro mar de dos dimensiones,
                                                                                               que te arrastra a lo mas bajo.


La vida es tan efímera,
                                                                          que solo pensarlo,
             podría arrebatar mi ultimo instante…


viernes, 5 de noviembre de 2010

Noviembre

Furia de Noviembre,
odio demasiado débil,
esperanzas, pero estoy cansado del viaje...

Las calles de petróleo
y la luz de enero.
Me arrastro en el suelo,
y siento los pasos que me siguen
con sonido a destrucción.

Ráfaga de viento blanco.
Una descomposición de segundos.
Lluvias de magma volcánico.
Cohesión que incomoda la mente.

Todos los noviembres son iguales,
milibares que alcanzan grados imposibles,
él también debe estar cansado,
él también nos debe odiar...

miércoles, 3 de noviembre de 2010

...

-¿Cual es tu mayor temor?- Le pregunté.

-Perder mi pene en un accidente. ¿Y el tuyo?

Incómodo, respondí:

-Perder mi vida en un accidente...

domingo, 31 de octubre de 2010

Dadá

  ¿El descubrimiento de América fue realmente en 1492? ¿El descubrimiento de quién?
¿Realmente fue Newton el que descubrió la teoría de la relatividad? ¿Qué teoría?
  Hace quinientos años, alguien dijo “Eureka” ante el avistamiento de una tierra desconocida antes para él y para grandes masas europeas. ¿No podría decirse entonces que América es descubierta cada vez que una maestra enseña a sus alumnos un mapa geográfico de la zona? ¿No podría decirse de igual modo, que el primer esclavo africano en llegar a Europa la descubrió? Esa tierra antes desconocida para los africanos…
  ¿Y si Newton no descubrió la teoría? Si mucho antes alguien la había descubierto… ¿Y si después de el, alguien que investigo durante muchos años, y llegó a la misma conclusión que el sin haberlo conocido? ¿Él también descubrió la teoría de la relatividad?
  ¿Cómo es posible creer tan ciegamente en la historia? Si solo hay libros, cada vez más nuevos, si hasta el día de hoy se discute el primer libro sobre la tierra, supuestamente histórico. La objetividad en la historia es muy poco probable… ¿No son acaso humanos los escritores? Seguramente, nadie nunca haya leído un libro sobre la segunda guerra mundial desde el punto de vista alemán. Nunca un libro de historia que alentara el nazismo llegará a nuestras manos, porque la historia esta controlada por ciertas manos. Es como preguntarse por qué “La metamorfosis” de Kafka esta visto del punto de vista del chico, quizás si lo leyéramos del punto de vista de la familia, no nos causaría tanta impresión.
  El punto de vista lo  es todo, o lo es en gran medida. La ficción es inevitable, y las sombras de una alienación son muy posibles.

jueves, 28 de octubre de 2010

Ese bufón no va a hacer gracias nunca más...

El rey estaba aburrido,
El momento del arlequín,
El momento del humor,
Va a comenzar la función.

Toda la vida de bufón,
Dedicado,
Paciente,
Aplicado.

Rombos robados del arco iris,
Su disfraz de infinitos colores,
Una cara de mofa cargada,
Una reverencia burlona.

El arlequín comenzó su gran truco,
Corrió por la sala del palacio,
Pero una piedra imprudente,
De cabeza lo lanzó.

Su cuello se reacomodó,
Una postura incomoda para los vivos,
Su mueca graciosa se borraba por siempre…

El rey reía y reía,
Carcajadas que se burlaban de la torpeza
Un resultado exitoso.
Pero ese bufón no va a hacer gracias nunca más.

jueves, 21 de octubre de 2010

Seres...

Seres... casi todos trasparentes, pero de manchas grises. Es muy difícil encontrar un ser para compartirlo todo. Un ser con que uno se pueda ensamblar, complementar, compartir.
  Usualmente se desperdician estos seres, se los trata como a un desconocido, cuando debe ser un Dios... la fraternidad optativa es una de las cosas mas preciadas que una bendición puede otorgar.
  Hoy me voy a referir con esto a un pequeño serPontífice, un amigo de, prácticamente, toda la existencia. Aunque nunca antes llegó a ser lo que es ahora, siempre lo tuve cerca.
  Nuestra relación tiene una superficie especial. Es como acariciar la lija, pero de las de grano fino, las que dan un sensación extraña. Podemos ser agrios como la hiel, que quema la garganta, o suaves como la seda, una seda que se desliza entre las manos.
  Lo mas valioso de estos seres son su capacidad de lealtad en todas circunstancias. Uno podría morir de soledad, y a su vez morir por ese ser. Quizás mi amistad es puro egoísmo, quizás necesito alguien que me pase un brazo por sobre los hombros, alguien que me eduque en mis imprudencias, alguien que me defienda ante mis enemigos, algún ser...
  En este momento se podría anunciar que lo evoco por su disposición a expresar mis visiones en imágenes, en arte visual, para acompañar lo que escribo, en este blog. Pero además es un ser, de carne y hueso, transparente y gris.
  Es por eso que lo evoco, para mostrar que él es una marca en mi  espíritu, que es un gran ser, de los que te dan la mano para toda la vida. Pontífice, gran amigo.
Otra imagen sacada del pensamiento, otra colaboración de pontifice-inexacto.blogspot.com

lunes, 18 de octubre de 2010

Tres historias

Había una vez,
una historia de un chico
que quería ser como su padre,
El gran astronauta,
volar en un cohete al cielo azul…
Su sueño era muy imposible,
Su padre se negaba,
el llanto de un niño en la terraza…

Una joven quería ser música,
entre crines de caballo y cuerdas,
ámbar, terciopelo y maderas,
rodearse de violines concertistas,
que la aclamen una artista,
un mundo de ilusiones…

Un muchacho amante del  sol
Quería ser astrólogo, mirar las estrellas,
Lo primero era poseer un telescopio.
Noches enteras observando los astros.
La medianoche de luna llena,
con su telescopio se encontró
ante un extraña visión;
era el hijo del astronauta.



sábado, 16 de octubre de 2010

El juego solo quiere jugar

El anciano de barba blanca,
y su mirada de sencilla sabiduría.
Estudia los movimientos de su enemigo,
en un campo delimitado.

Androide de metálicas fauces,
Movimientos vivos y una inexpresiva mirada.
Representa la inteligencia humana,
participa del monocromático duelo.

Viejo mentor y de experiencia,
eso es lo que el androide más desea,
Su inteligencia es  elevada,
pero no es pauta de una historia,
eso no está en su memoria,
son un montón de piedras esparcidas.

Las piezas una a una caen;
Las manos temblorosas del anciano:
el caballo arrasa los súbditos del rey.
El movimiento naturalizado del androide:
una torre elimina un batallón de peones.

La constante invasión de los límites,
pilas de caídos a un costado.
El metálico sonido contra el tablero;
En la habitación resuenan las palabras
que dan finalizado el juego.



miércoles, 13 de octubre de 2010

Densidad recta

Cielo raso rojo,
Paredes rojas,
Pantalones rojos,
Manos rojas.

Todo es un infierno,
En el mundo de la casualidad,
Descargas en el cuero,
Semillas de fertilidad.

Curvas suaves,
Matices fuertes.
Una mano que se cierra,
Que precisa que el poema acabe.


lunes, 11 de octubre de 2010

Rutas marcadas.

Elevado al plano de la inercia,
veo encenderse un cartel de neón.
Manos transpiradas son las gotas
En un mar de sudor.

El humo que huye de la oscuridad,
la farmacia abre las veinticuatro horas.
Rigidez provocada por el estancamiento,
siento la necesidad de llegar.

Las puertas se abren y se cierran.
Nubes de oro anuncian una visita tardía,
la llegada es necesaria,
Hay un reloj cansado  de ser visto.

Calle tras calle siento perderme,
un amasijo gira a mi alrededor,
una familiar casa azul.
“Parada, por favor.”

sábado, 9 de octubre de 2010

.

martes, 5 de octubre de 2010

Mítica salida de la costa.

  Usas casas, usas asas de los rezos pocos, café de grafa. Las manos de un cielo mucho. La caja de grasa blanca. Nata sobre la terraza. Una masa en la típica cabeza. La trama; alpaca. Carcaj de lanzas largas. Rastas de amanecer de frasco. Flaca la bala agria. Misa de lata. Sacas de los rezos pocos fes de gafas. Soles de sal. Sácalas, en una cadera. Mide la taza. Cesa a Ra. De él, miel sacará. La cara de Lara, en una mítica salida de la costa.

lunes, 4 de octubre de 2010

Alegría del Cronopio

Encuentro de un Cronopio y un Fama en la liquidación de la tienda La Mondiale.
-Buenas tardes, Fama. Tregua catala espera.
-¿Cronopio Cronopio?
-Cronopio Cronopio.
-¿Hilo?
-Dos, pero uno azul.
El Fama considera al Cronopio. Nunca hablará hasta no saber que sus palabras son las que convienen, temeroso de que las Esperanzas siempre alertas no se deslicen en el aire, esos microbios relucientes, y por una palabra equivocada invadan el corazón bondadoso del Cronopio.

Afuera llueve dice el Cronopio. Todo el cielo.
No te preocupes dice Fama. Iremos en mi automóvil. Para proteger los hilos.

Y mira el aire, pero no ve ninguna Esperanza, y suspira satisfecho. Además, le gusta observar la conmovedora alegría del Cronopio, que sostiene contra su pecho los dos hilos -uno azul- y espera ansioso que el Fama lo invite a subir a su automóvil.


Julio Cortázar (Historias de Cronopios y de Famas)

sábado, 2 de octubre de 2010

Stand by

  La decisión correcta... a veces es difícil tomarla, cuando la mayoría opta por la otra. La tentación casi que te hace desistir, es tan amplio lo que te rodea, que el caminar sin nadie puede atemorizarte. 
  Uno siente tanta soledad... sólo piensa en alguien que lo acompañe. No hay nada mas duro que acarrear solo con una verdad. 
  Pregunto, ¿Por qué hay tanta soledad? Pero.. ¿A quién pregunto? si no hay nadie...
                                                                                     Funes
"Recuerdo de vivir en la Atlantida,
como un pez que no podía gritar,
recuerdo la bruma de la ciudad,
como un monstruo sobre el amanecer.
Ningún lugar de hecho es bueno
cuando nadie está,
es solo grietas para huir..."

L.A. Spinetta

jueves, 30 de septiembre de 2010

Sistema de Pensamiento de Lewis Caroll

Sorites de Lewis Carroll publicados en Symbolic Logic (1896)

TODAS mis ideas que no se pueden expresar como silogismos son realmente ridículas.
Ninguna de mis ideas sobre pasteles de nata merece la pena de ser escrita.
Ninguna de mis ideas que no se hace realidad puede expresarse como un silogismo.
Nunca tengo ninguna idea realmente ridícula que no comunique a mi abogado enseguida.
Todos mis sueños son de pasteles de nata.
Nunca comunico a mi abogado ninguna de mis ideas a menos que merezca la pena de ser escrita.
Todos mis sueños se hacen realidad.

NINGÚN tiburón duda nunca de su buena preparación.
Un pez que no sea capaz de bailar un minuto es despreciable.
Ningún pez está seguro de su buena preparación a menos que tenga tres filas de dientes.
Todos los peces, excepto los tiburones, son amables con los niños.
Ningún pez obeso puede bailar un mi nuto.
Un pez con tres filas de dientes no es despreciable.
Todos los peces obesos son amables con los niños.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Eclipse solar, sueño disuelto.

La madre se levanta, enciende el televisor de la cocina y prepara el desayuno de la familia. Siempre despues de su café, sale al jardín a fumar un cigarrillo.


Nunca fue una buena madre, nunca pudo comportarse ante sus hijos. Su niñez no fue fácil, sus padres no la dejaban ser. Por la noche no duerme hasta tarde; observa el techo hasta bien entrada la noche.

El padre se levanta, huele las flores desde su ventana, el acero del péndulo de su gran reloj, huele los muebles. Saluda a sus niños y desayuna en el comedor. Desayuna en una mesa de mantel verde. Siempre fue despreocupado, a veces le costaba recordar a sus hijos.

Después tengo que dejar de mirar, la sensación de olvidarlos me duele, pero tengo qe despertar.

El sol es un escudo contra la luna: un lobo que sale de nohe. En los eclipses ellos salen por la tarde a devorar sus presas.


El sol nocturno no existe, siempre habá una oportunidad para la oscuridad, pero para la luz siempre pueden haber opacidades, sombras.

domingo, 29 de agosto de 2010

Sólo una terraza en el mundo.

Por momentos se acercan imágenes de calma en la juventud, esa gracia y ligereza, esos etéreos pasos sobre la vereda quebrada. Desordenadamente, llega el recuerdo de una niñez sin vergüenza, sin necesidad de preocuparse por la vida mundana.  Pienso en la vida que quise, con sus buenas cosas, y las malas que nunca soporté. Hoy deje de aceptar ese hecho, es por eso que estoy de espaldas al vertiginoso infinito y frente al magma. Sin darme cuenta voy cayendo en cruz...

viernes, 13 de agosto de 2010

jueves, 29 de julio de 2010

Él viajo en dos asientos de un mismo coche

Una pierna sobre el suelo del coche y la otra sostenida por la rodilla contra el asiento delantero. El hombre dormitaba en espera de la siguiente canción. Nevermind; se acabó el sueño. Se incorporó en el asiento y apoyó la frente sobre la ventanilla formando marcas de aliento sobre el helado vidrio, que desaparecían para dejar lugar a una nueva marca. Las manos unidas en un intento de atrapar el poco calor sobre el frío reinante dentro del auto.

Allí fuera, vacas silenciosas observaban la ruta mientras pastaban, y ella le devolvía la mirada ciega de la humanidad. Árboles secos añoraban calores que tardarían en venir y una continua valla que nunca moría.

El cielo nublado ya no soportaba su inmensa blancura y rompió a llover. Las gotas estallaban sobre la ventana del coche, y sus cuerpos caían lentamente perdiéndose en la ruta.

En tan solo segundos, el paisaje dejó de ser lo que era y se transformó; la lluvia cambió el agua por ácido. Que aunque al coche parecía no dañarlo, el pavimento de la ruta comenzó a deshacerse y a huir hacia las profundidades.

De pronto el automóvil se encontraba sobre un camino de estéril tierra. Las vacas comenzaron a mugir frenéticamente, se impulsaron con sus patas delanteras y se irguieron sostenidas por las traseras. La eternidad del momento fue rota por las patas de las vacas que se vencieron y quebraron produciendo que la sangre de sus cuerpos fluyera regando el pasto verde, que se iba tiñendo de rojo y perdía el verde para ser un amarillo opaco. Todo era amarillo y rojo. Hasta el cielo fue teñido por la sangre que no dejaba de salir, en una hemorragia incesante.

Los árboles temblaban, como si los recorrieran espasmos de vida. Poco a poco, comenzaron a caer como cortados por un hacha invisible.

Asustado pero seguro en su fortaleza de metal, el hombre quitó su mirada del vidrio y la dirigió al conductor:

- Mire allí fuera. Esta muriendo todo.

El conductor se volvió para mirarlo, sus ojos estaban hinchados y no paraban de correrle lagrimas de los ojos, de su rostro se escapaba un brillo de locura. Su voz era neutra y tenía un tono andrógino:

- Llegará el tiempo en que la lluvia lave la sangre de la tierra y ahogue a las vacas ansiosas de morir.

- ¿Volverán los árboles a crecer?

El conductor sonrió en una expresión enferma que se borro con una mueca de dolor.

Una pequeña risa deformó su rostro, en una voz seria lo alertó:

- No deberías tomarte descansos si conduces.

Sin darse vuelta y sin perder su expresión, bruscamente hizo sonar la bocina sobre el volante.

El hombre comienza a nadar en un mar de aire y cristales, para estrellarse contra el pavimento.

jueves, 15 de julio de 2010

Viento Sur

La vereda forjada hace tanto tiempo,
conserva su calor de hierro edurecido.
La carretera que algun día se construyó,
esa misma, la que nadie al fin, usó.

Tu, el ultimo habitante de ese pueblo,
al que perteneciste y fue olvidado,
junto con la carretera,
en la que ahora reposas recordando...

Flecha azul de madera,
fuego que quema,
llama dura,
sangre seca.

Dejaste el pueblo que nunca fue visto,
caminas por la ruta,
te agota la distacia,
es tanto lo que buscas...

Sos una grieta en el camino,
andas sabiendo que para vos no tiene fin.
No verás a nadie en la vera,
solo hasta morir.

A lo lejos se vislumbran cabellos,
debe ser el angel, ha vuelto.
Sus manos saludan tu cuerpo dormido,
sobre el asfalto candente que anuncian el frío.

Tus ojos se cierran de paz,
soy yo el que me acerco,
de negro vengo a tu tumba.
Ya no imploras, buscas el Sueño.

Tu aliento ya es viento,
vuelve a la profundidad de la selva.
El cielo riega la tierra,
ahora que tu formas parte de ella...

martes, 22 de junio de 2010

LA situación de tu cabeza

Las máscaras de la infancia...
tu dulce cara me muestra nostalgia.
Debe ser porque tenes que aparentar,
para que te coloquen donde no tenes que estar.

Tus manos opacadas por diamantes,
te hacen sonreir.
Ellos te hacen sentir,
que los amantes se acercaran mas pronto a ti.

Ya no te veo, hoy,
los cristales modernos te desfiguran,
pero la imagen no te crea.

Sos la triste cara del futuro,
un cactus seco y sin frutos.
Y vos solo pensás,
en un vestido para comprar.

Las imagenes tomaron la casa,
no queda lugar para la verdadera vida,
este planeta rechaza la verdad,
abraza la mentira.

viernes, 11 de junio de 2010

El chico extraño

Mira, ese chico:
Usa el pelo largo y
no se corta la barba,
tiene muy poca ropa,
nunca visito un shopping.

Debe ser de otro mundo:
no va a los Mc´Donalds,
no come salchichas,
no toma Coca-cola.

Tiene muchos libros,
ninguna revista de moda,
escucha mucha musica,
pero los hits el no los nombra.

Dominan nuestra mente,
poseen nuestra alma
eliminan el inconciente,
y asi rendidos, atacan.

Mira ese chico,
toca la guitarra,
le gusta componer musica,
pero no termino la secundaria.

Viste a ese chico,
sucio y solitario?
piensa que todos nosotros,
le hemos fallado.

Lo miro a lo lejos,
se siente rechazado,
atado a una soga,
termina su calvario...

sábado, 5 de junio de 2010

Buscada para amar...

No preciso una chica con grandes montañas,
me dan igual los valles o lagunas.
Tampoco que sean educadas al hablar,
ni refinadas, ni sabias.

Pero lo más importante quizás sea,
que sepa apreciar un compás.
No la preciso ardiente,
tan solo que por la música de la vida.

Estar muchas horas en las penumbras,
rock, jazz, blues, .
Que sus pies se muevan con el ritmo,
que acaricia mi felicidad.

Que el amor por sus tímpanos en frecuencia,
sea mas grande que el de nuestros encuentros,
y que sus largos auriculares blancos,
no quiera despegar de su sien jamás.

Un piano anochece su alma,
que humedece sus negras pupilas,
su voz y la mía es la fuente,
con que cantaremos todos mis discos.

Ni siquiera se ahora,
si quiero que sea una chica,
no me malentinterpreten,
quiero alguien que me comprenda.


jueves, 3 de junio de 2010

Sueño de una lágrima

Te la pasas pensando,
en los que se fueron y los que se van a ir.

No te quedes esperando,
por la lluvia, ya comienza a partir.

La vida es un sueño,
un sueño que termina en nuestro fin.

Todo es como una gran laguna,
un estanque lleno de figuras,
Odiando...
el mometo en que llegue la luz.
Odiando...
el momento de ascender al sol.


Al fin y al cabo
todo es un sueño,
los pensamientos,
no tienen ningun dueño.

Tanta melancolía,
y tan poca alegría,
cuando al final,
tendrás que despertar...



martes, 1 de junio de 2010

Mamá

Mamá, no me sueltes,
soy un niño pequeño todabia.
Tengo miedo de partir,
soy vulnerable sin vos.

Soy tan insignificante sin tu amor...
No puedo dejar que me abandondes,
porque sin vos yo...

Mamá, no me dejes,
voy a ser un chico bueno,
nunca voy a dejarte,
te necesito.

Madre, tus manos son tan suaves,
cuando me abrazas o me das una caricia.

Mamá, léeme un cuento,
todabía me agradan tus dulces palabras.

No me dejes, madre,
porque sin vos, yo...

Mamá, decime que soy un buen chico,
me agradan tus palabras de aprobación,
no me dejes crecer;
me hare pequeño bajo tus brazos para seguir cabiendo,
no quiero salir.

Mama, no me dejes,
porque sin vos yo...

Adios mamá...

sábado, 29 de mayo de 2010

Paranoia numerada (parte final)

Comienzan a hablar del trabajo de María; tenía un trabajo estable y cómodo en una escuela cerca de su casa. Era profesora de literatura en la secundaria.

Pero ella pensaba en otra cosa, ¿Cómo podría María considerarse digna de vivir en esa casa? ¿Cómo se podría considerar digna de vivir en una casa con esa numeración?

Afirma el cuchillo entre los dedos, y lanza una puñalada hacia el costado de María que se encontraba frente a dos tazas de té. Se da cuenta y atina a esquivar, pero la otra ya había alcanzado su costado. María grita estrepitosamente y cae sentada en el suelo y apoyada contra la mesada, con los ojos desorbitados de terror y sorpresa.

Vuelve a darle otra puñalada, otra más y otra... A cada cuchillada, la sangre brota con más lentitud de las heridas de la chica, que no emite ya sonido y se encuentra tirada en el suelo, comenzando a manchar las baldosas con su sangre.

Dejando el cuchillo clavado sobre la espalda de María, ya inerte, abre su cartera y se dedica a leer su libro de Goethe, manchándolo con las manos ensangrentadas.

Ruido de sirenas, alguien toca el timbre. Ella se para a abrir. Introduce la llave, gira y abre. Entran dos policías, uno de ellos le pregunta:

- ¿Qué ha ocurrido?

- Acabo de asesinar a una traidora a la que consideraba mi amiga.

El policía se detiene un segundo a entender la respuesta, que María aprovecha para pegare con la mano cerrada en el estómago. El policía se dobla en dos, y entre jadeos la insulta. El otro, algo más rápido, la agarra de las manos.

Con dientes y manos, trata de zafarse del policía, y el otro ya recuperado y con ira, le pega con el bastón en la nuca.

Se encontraba en una habitación blanca y vacía, no había nada más que el libro de Goethe en un rincón. Se levanta y se acerca a la puerta, justo en ese momento, ingresa un hombre de blanco, con una corta barba ¿Sería el cielo? ¿O un sueño?

Luego de contemplarla un segundo, le pregunta:

-¿Cómo te encuentras?

-¿Dónde estoy?

-Eso no importa ahora, decime ¿Cómo estas?

- Bien, bien. ¿Hace cuanto estoy acá?

-Hace exactamente 17 horas-

- Como los dos primeros números de mi número…

- ¿Qué es eso de tu numero?

- El 1749 representa todo en mi misma, es mi forma de ser, de pensar, de sentir... Soy 1749, pienso como 1749 y siento como 1749. El número me habla, me da el sentido de mi vida. Porque solo yo soy digna de poseer ese número, es por eso que tuve que matar a mi amiga, ella creía que podía poseer ese número y tuve que colocarla en su lugar.

-Ya veo…-Dice el hombre mientras destapa una lapicera y mira una hoja de papel.

Entonces, en una letra temblorosa, pero clara, escribe: paranoia numerada.

miércoles, 26 de mayo de 2010

EL quinto piso

La música incoherente lo mareó,
y los truenos que despegaba el piano lo asustó.
No podía escapar del abismo.

El sollozo de un niño abandonado,
en ese cuarto de navegantes luces,
al que nunca le habían dado una puerta.

La desesperacion lo volvió loco,
le dió un puntapié al niño,
y con una silla la cabeza le rompió.

Golpeó con fuerza las teclas del piano,
sonó furioso,
con ímpetu lo desarmó.

Unas flores marchitas en un jarrón,
en la pared estrelló,
y la música que seguía aturdiendolo...

Rasgaba las paredes en busca de una salida,
pero en la ventana del quinto piso
encontró el consuelo que le quitaría la vida.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Paranoia numerada (parte 3)

Las cinco de la tarde, hora mas tranquila en las oficinas, la mayoría ya se va, y a ella le queda una hora para largarse, salir despavorida de esa boca de lobo.

Repara los archivos que ya están viejos mientras escucha un poco de música, lo que sea para relajar los nervios. Sus manos sobre el teclado, y a su lado un libro que compró el miércoles a la salida del empleo: “La novia de Corinto”, de Goethe. Le había atraído en un primero momento.

Mira el reloj, son las 17:48. Asombrada, deja automáticamente lo que estaba haciendo y se dedica a mirar el pequeño reloj que mostraba la barra del escritorio un su computadora. En unos segundos, el numero que marcaba las seis menos doce, paso a marcar las seis menos once. Contiene el aliento y escucha a todo su alrededor, no movía un solo músculo concentrada en la tarea de recibir alguna señal. Cuando el reloj marca menos diez, relaja todos los músculos e inhala profundamente, ya ha había pasado…

Por fin, sábado, se baja del colectivo y camina. Su amiga vivía a media cuadra de la parada del colectivo. Lo sabía porque había ido numerosas veces en su adolescencia.

Pero cuando va a tocar timbre, un shock la deja paralizada. Su amiga vivía exactamente en el numero 1749, no entendió como nunca se había dado cuenta. Se sintió muy estúpida. Superada la conmoción, toca el timbre y espera a que ella llegue.

- Hola María- habla, con falsa alegría.

- Bienvenida- le responde María inocentemente.- ¿Cómo has estado últimamente?

- Bien, un tanto deprimida, pero ya me va a pasar, no te hagas problema. ¿Paso?

- Pasá.

Las dos entran a la casa, iluminada por las ventanas abiertas. Se dirigen a la cocina y María se detiene frente a la cocina para terminar de preparar el té. Aburrida, y mientras la contempla, ella juega con un cuchillo haciéndolo girar entre los dedos.


Continuara...

(solo una vez mas).

lunes, 17 de mayo de 2010

Paranoia numerada (parte 2)

Está en el trabajo, en esa decadente oficina que detesta por sobre todas las cosas. Siempre frente a la computadora organizando expedientes quien sabe para qué. Taza de café en las manos; único consuelo para no caer muerta del sueño.

Nerviosa todavía, no hacia una semana de la entrevista, pero no la llamaron, y presentía que no la iban a llamar, y puta madre que este trabajo de mierda que nunca voy a dejar pero si no, no como.

Mientras seguía en la rutinaria tarea frente al monitor, recuerda su ridícula actitud cuando bajó del colectivo para mirar la numeración de las casas; patético. Pero quizás algo signifique ese número... No por nada estaba en mi bolsillo... Solo quizás.

Aprovecha la soledad de su oficina y comienza a buscar por Internet el posible significado de ese número "1749" al que no le encontraba sentido.

"Nacimiento de Gregorio Funes", "Nacimiento de Goethe": eso no le decide nada, pero mas no encuentra... entonces si ahí no estaba la clave, ¿Donde estaría? Una llamada interrumpe sus cavilaciones:

-¿Hola, María? ¿Cómo estás? esta bien, este fin de semana lo tengo libre, dale. Besos, chau, chau.- Su amiga María, hace mucho no la veía, meditó. El fin de semana la vería, aunque recién era martes...

Al otro día se levanta enferma y llama al trabajo para avisar que no iría: "El yang de la enfermedad", como le gustaba decirle. Cerca del mediodía se sentía mejor y decide levantarse. Ya no había fiebre y el dolor muscular se atenuaba. Decide salir a caminar después del almuerzo.

Por las calles de su barrio, se le dio por inspeccionar las numeraciones. Se coloca en una calle que cortaba a todas las demás al mil setecientos, y en cada una inspecciona si se encontraba ese número que la estaba volviendo loca. Parecía que las calles estaban en su contra, ninguna tenia el número 1749, todas lo salteaban, siempre igual. Sigue caminando mucho tiempo, buscando ese número en alguna calle, pero siempre la numeración escapaba a ese número.

De pronto se dio cuenta que la poca iluminación no le permitía ver el frente de las casas, y ya ni siquiera reconocía el lugar en el que se encontraba. Opta por tomarse un taxi hasta su casa: no pensaba perder mas tiempo encontrando el camino hacia su casa.

Aunque su búsqueda había sido totalmente en vano, ya no se preguntó por que idiotez lo había estado buscando, ya no más...

Continuará...

sábado, 15 de mayo de 2010

El cuerpo de Manhattan

Ojos saltones,
carne podrida,
las moscas en la sangre a la deriva...

El pecho cortado por ese vil cuchillo.
EL olor a podredumbre,
Y el cuerpo intoxicado por gusanos que lo cubre.

El cuerpo de Manhattan se reía,
de todo aquel que con horror lo veía.
Con su inmundicia que desprendía carcajadas.

El sol furioso,
lo carcomia,
desintegrando lo poco que tenía de vida.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Murmullo a la voz

Todo en vos es hermoso,
pero tu voz sin duda te marca,
esos susurros nacidos del alma
y de ternura angelical.

Tus palabras sugerentes las precede,
un ritmo de eléctricas redes,
ondas en armonía con tu exalación.

Esa voz fuirosa y a la vez preciosa,
de notas altas y tranquilas.
Una abrupta montaña,
imposible de escalar.

Pureza de tus pulmones,
calor de tu sangre,
tienen una decicíon
al a que nada se opone.

El arrollo se avergüenza,
el viento se ofende,
los pajaros se ocultan.
Es tal la vitalidad que desprendes.

Tu tono por encima de los demás,
me dejan un escalofrío que me altera,
y me energiza de una manera,
que no puedo evitar admirar.

sábado, 8 de mayo de 2010

Paranoia numerada (Parte 1)

Llega a su casa después de su tan cansador día en ese trabajo de mierda que siempre piensa en dejar. Destruida, solo piensa en una cosa: una tranquilizante ducha bajo el agua caliente. Cuelga el sobretodo en el perchero y se dirige al baño, se saca el buzo, la remera, el corpiño, y cuando se saca los pantalones, un papel cae al suelo. Por pura curiosidad, lo levanta y lo mira. Era simplemente un número que no le decía nada: "1749". Lo guarda en el bolsillo del buzo porque no tenía donde tirarlo. Se termina de desvestir y entra en la ducha. El calor del agua le descongela las orejas gélidas por el frio del exterior. Regula la temperatura y se sume en una tranquilidad única de los baños de agua caliente.
Cierra las canillas, sale por detrás de la cortina y agarra un toallón siempre preparado para después de bañarse. Se pone el pijama agujereado de todas las noches y sale del baño. Prende la estufa, acerca las manos para que se calienten y empieza a pensar que va a comer. Prefirió algo rápido para acostarse temprano, estaba agotada. Después de calentar y comer la breve cena, apaga las luces, se encierra en su pieza y se acurruca bajo las sábanas.


Se levanta a las nueve del otro día más agotada aún;todabía dormida, se empezó a preparar para la entrevista. Piensa que si lograba encontrar un mejor trabajo, mejorarian mucho las cosas. Se sube al colectivo que venía semivacío; tenía una hora de viaje. Se sienta en uno de los últimos asientos, en uno doble, vacío. Se pone a juguetear con el cordón del buzo y mira en los bolsillos. Encuentra un papel e inmediatamente recuerda la escena del día anterior. Aburrida, dobla el papel en cuatro partes, lo desdobla, lee una y otra vez el número, lo memoriza, intenta relacionarlo con algún hecho... Nada, mira la altura a la que está; Micos al mil quinientos. Ella tenía que bajarse al mil novecientos.
Por un instinto que no pudo evadir, baja al mil setecientos. Comienza a caminar mirando la numeración de las casas. Mil setecientos trinta y cinco, mil setecientos cuarenta y tres... Pero al ver que el número mil setecientos cuarenta y nueve no estaba, se desiluciona extrañamente ¿Cómo podría desilucionarse por una casa que ni siquiera tenía intención de visitar? Sigue su camino a las oficinas pensando por qué habia hecho tal idiotez...

Continuará...

domingo, 2 de mayo de 2010

Poema sin final feliz

La lluvia intensa de sal,
quema la piel y no lava.
Mi casa ya no esta acá,
es una balsa que hoy no me espera.

Los rayos del sol,
me queman la vitalidad.
Lucho con fuerza,
pero las cadenas no me dejan respirar.

Montaña de cuerpos,
con dulce olor,
me abrazo a ellos y confieso mis miedos,
cuando el aterdecer empieza a desaparecer...

El dolor se viste de sueño,
extraño fin para tu orgullo.
Las capas de hojas te pesan,
y tu boca entreabierta se seca.

Un gato maulla en la terraza...
y este triste poema,
sin final feliz.

lunes, 26 de abril de 2010

Mi chiquita...
tu, de palabras tiernas
y grandes ojos de colores.

Tu, la mas tímida,
la mas indefensa,
la mas fragil...
no te rompas...

No llores amor
que estoy aqui
no me dejes, por favor
que mi alma esta junto a ti.

Volemos, juntos,
por el cielo, como pajaros,
se que deseas...
el viento mas que la vida,
las nubes, mas que la mia.

Pero no me importa,
hagamos eso juntos,
por mas que sea egoísta,
de mi parte.

Tus pasos alegres,
mi mirada feliz,
los dos siempre juntos,
siempre, hasta el fin...

El sol y los bosques,
nos ven partir,
vamonos de la tierra,
hacia un lugar mas feliz...

martes, 20 de abril de 2010

Máscaras de matar

-No creas que no me he dado cuenta,vanidoso, de que viajas con una docena de máscaras a cuestas.
-¡Exagerada!-se rió a su vez-. Pero si son solo siete.
-Siete son muchas. Entre nosotras, las altacopas, para quienes la interpretación de las máscaras es parte de nuestra vida, rara es la que en privado usa más de dos o tres. Tres es para mi el número perfecto.
-En cambio, son pocas para mí. Me gusta ser muchas personas, actuar de forma bien distinta... y me gusta cambiar con frecuencia, de una a otra.
Ella se reclinó a su lado, muy cerca. Con la diestra le acarició la mejilla, dejando correr con suavidad las fundas del borde del cambuj.
-No te engañes. Tus máscaras te permiten ser otros, es cierto, pero no son mas que facetas de ti mismo.
¿Yo mismo? ¿Y qué es eso sino otra máscara? La vida, el paso del tiempo, los demás, todo, van poco a poco inponiéndonos una imagen de nosotros mismos que acaba pasando por verdadera. Pero no lo es; no es una cara, sino una careta, otra más, que nos constriñe y esclaviza.
Ella lo escudriñó pensativa en la penumbra. Luego paseó sus dedales por el pico acerado.
-¿Así que eres de los que creen eso, eh? Pues ten cuidado. La gente como tu usa las máscaras tanto que, con el tiempo, queda muy poco debajo de ellas.
-Puede ser; pero al menos yo elijo mis mascaras-suspiró-. Tal vez tengas razón porque, despues de tantos años, no creo que pueda pasar sin ellas. Asi que quizá lo que usaba en un principio para liberarme, a hacabado por atarme a su vez, y no he hecho mas que volver al punto de partida.
-¿Y por qué no buscas debajo de esa careta que dices que te cubre, en vez de taparla a su vez con otra?
-Porque no creo que debajo de ella haya otra cosa más que otra máscara, y luego otra, y otra... y al final, nadie.
-He oido ese argumento otras veces.-Una mirada peculiar se encendió en los ojos azules de la altacopa-. También hay quien opina que, bajo la máscara, se encuentra un extraño; alguien que es uno mismo y, sin embargo, un desconocido.
Él no respondió nada, sino que observó a su vez el rostro de la mujer, oculto por el cambuj rojo.

Máscaras de matar.
León Arsenal (2004)

domingo, 18 de abril de 2010

Está en tu interior

La tristeza que te devora,
me sorprende tu cara,
tus facciones arrugadas
y tus ojos hinchados de llorar.

Para tí la felicidad escapó
pero es que esta en tu cabeza...
para tí la felicidad escapó
pero es que esta en tu cabeza,
en tu cabeza, tu cabeza...

Las gotas de tu pozo de tristezas
se agotaron en penumbras.
Sin embargo el peso en tus hombros
los espera desde la luna, los espera desde la luna, los espera desde la luna...

martes, 13 de abril de 2010

En tí

Encerrado estoy,
entre celdas vacías,
estoy muriendo en soledad,
no me sabes resucitar.

Lo que haces me duele,
tomas mi sagre,
comes mi carne,
y ni cuenta te das
del mal que nos hace...

Miras a otros con ojos felices,
seres sucios, falsos y huecos de verdad.
Los sigues hasta tu vejez,y ahi, quieres verme,
pero hace tiempo morí en tí,
carcomido y desangrado.

Triste en tu maldad,
llorando lagrimas de melancolía;
tu saña me hizo desdichado,
y el ignorarme ante otros me enmudeció.

Nunca supiste de mi:
y ahora que ya no estoy aquí,te digo:
soy el inconsciente de tus verdaderos sueños.

sábado, 10 de abril de 2010

En la vereda de la ciclotimia.

No, no me grites mas,
necesito silencio para pensar...
Lluvia, lluvia...

Basta, tu ira explotó,
temo lo peor...
Ruido, ruido...

No debí decir nada,
me equivoqué, no lo se...
Frio, frio...

Sos tan odioso y explosivo,
no puedo vivir contigo...
Agrio, agrio...

Te odio con toda mi alma,
no soporto ya el silencio,
el destino te está buscando...
Sangre, sangre...

jueves, 11 de marzo de 2010

Maribel

Maribel tiene 5 años de vida y vive conmigo y mi esposa. La adoptamos cuando la hallé a pocas cuadras de mi casa entre paños cuando me dirigía al trabajo. Tendría unos días cuando su madre la abandono (supusimos). Estaba desnutrida.
Ella no tardó en acomodarse a nuestro hogar; todas las mañanas le servimos el desayuno y, por las tardes, ama jugar en el jardín y mirar las plantas. Juega con los bichos del patio y, a veces, termina toda embarrada. Casia al anochecer, se asoma a la ventana para contemplar a la gente pasar, y como lentamente, pasa el sol...
A veces, de noche, sentimos que despierta con un suave sonido y que casi, al instante, se vuelve a apagar. Maribel es muy tierna y cariñosa. En estos momentos, siento que no podría vivir sin ella.
Maribel es mi gata.

domingo, 7 de marzo de 2010

Fueron y serán amigos por siempre...

Bueno, últimamente estoy melancólico, entonces a modo de desahogo muestro estas fotos en mi blog...
Gente que esta, gente que se fue, si, algo ya citado en otro post, pero esta vez me agarro muy fuerte y los beatles no tuvieron nada que ver...
Ah, otra cosa, las fotos las fui mandando así nomas prque subiéndolas de a 5 me volvi loco y nopienso acomodarlas


Con amigos en un cumple de 15
en orden de izquierda a derecha: Yo, pez, Vera, Inferno y Marlám.


















Con mi querida y gemela amiga Nogal.
















Enmascarado junto a Luz.

















Otra vez, de un modo extraño... con Inferna...















Acá junto a Luciérnaga mirando las vías del tren...















Con las niñas;
Sol, Luna, yo y Luciérnaga en una fiesta.














En tandil, que grandioso viaje.
De izquierda a derecha: Guybrush, Vera, Shaya (arriba), Hansel (abajo), y yo. Y un perro.














Viajando en colectivo con Sagrado. Ahora que me doy cuenta, o dieron vuelta la foto, o no se porque las palabras están todas al revés.













En otro cumpleaños de 15 con Ombú y Pontífice bastante extasiados.
















Llorando amargamente con Pez...





















Durmiendo en espera del rescate, pensándolo bien no se por qué puse esta foto, simplemente Funes aparece así...













Mas cumpleaños de 15. Esta vez, descansando en un borde del salón junto a Shaya.















Ahora que pienso, las mejores fotos son de cumpleaños de 15. Se ve que es una hermosa época.
De izquierda a derecha: Funes(yo), Pez y la Sacerdotisa.












Una mañana junto a amigos... ¿Qué mas se puede pedir?

(Pluma y yo)















Mis días junto a los otakus, mas precisamente con Ino, amiga de convenciones.














Aliento de Inferna... Mirada de Marlám... Sonrisa de Funes...















En sentido de las agujas del reloj; a partir de mi, Inferna, Shaya y Pez. Otra idea original con las fotos...















Una foto bastante vieja junto a pontífice y Tecla. Un pelo bastante deseado a esta altura del año.










En la fiesta de Inferna, su cumpleaños, es muy joven y festeja.














La unica buena foto con Trasparencia, ademas de Luz y yo. Salio muy linda.
















Aca termina el recopilatorio de imagenes. Creo que ya estoy mejor. Me despido y espero volverlos a ver.
Los amo.