Frente a mi tu cara esculpida
en plata y flor,
no puedo mirarte;
temes a Dios
La ira lejana,
no puede venir,
la sonrisa en tus ojos,
me hace sentir feliz.
Tu sonrisa duerme,
mi mirada tambien,
la felicidad se escapa
y Dios vuelve a tí.
No puedo entender
que ves en su amor;
adoras a tu verdugo,
llenas de escoria tu corazón.
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