Mi chiquita...
tu, de palabras tiernas
y grandes ojos de colores.
Tu, la mas tímida,
la mas indefensa,
la mas fragil...
no te rompas...
No llores amor
que estoy aqui
no me dejes, por favor
que mi alma esta junto a ti.
Volemos, juntos,
por el cielo, como pajaros,
se que deseas...
el viento mas que la vida,
las nubes, mas que la mia.
Pero no me importa,
hagamos eso juntos,
por mas que sea egoísta,
de mi parte.
Tus pasos alegres,
mi mirada feliz,
los dos siempre juntos,
siempre, hasta el fin...
El sol y los bosques,
nos ven partir,
vamonos de la tierra,
hacia un lugar mas feliz...
lunes, 26 de abril de 2010
martes, 20 de abril de 2010
Máscaras de matar
-No creas que no me he dado cuenta,vanidoso, de que viajas con una docena de máscaras a cuestas.
-¡Exagerada!-se rió a su vez-. Pero si son solo siete.
-Siete son muchas. Entre nosotras, las altacopas, para quienes la interpretación de las máscaras es parte de nuestra vida, rara es la que en privado usa más de dos o tres. Tres es para mi el número perfecto.
-En cambio, son pocas para mí. Me gusta ser muchas personas, actuar de forma bien distinta... y me gusta cambiar con frecuencia, de una a otra.
Ella se reclinó a su lado, muy cerca. Con la diestra le acarició la mejilla, dejando correr con suavidad las fundas del borde del cambuj.
-No te engañes. Tus máscaras te permiten ser otros, es cierto, pero no son mas que facetas de ti mismo.
¿Yo mismo? ¿Y qué es eso sino otra máscara? La vida, el paso del tiempo, los demás, todo, van poco a poco inponiéndonos una imagen de nosotros mismos que acaba pasando por verdadera. Pero no lo es; no es una cara, sino una careta, otra más, que nos constriñe y esclaviza.
Ella lo escudriñó pensativa en la penumbra. Luego paseó sus dedales por el pico acerado.
-¿Así que eres de los que creen eso, eh? Pues ten cuidado. La gente como tu usa las máscaras tanto que, con el tiempo, queda muy poco debajo de ellas.
-Puede ser; pero al menos yo elijo mis mascaras-suspiró-. Tal vez tengas razón porque, despues de tantos años, no creo que pueda pasar sin ellas. Asi que quizá lo que usaba en un principio para liberarme, a hacabado por atarme a su vez, y no he hecho mas que volver al punto de partida.
-¿Y por qué no buscas debajo de esa careta que dices que te cubre, en vez de taparla a su vez con otra?
-Porque no creo que debajo de ella haya otra cosa más que otra máscara, y luego otra, y otra... y al final, nadie.
-He oido ese argumento otras veces.-Una mirada peculiar se encendió en los ojos azules de la altacopa-. También hay quien opina que, bajo la máscara, se encuentra un extraño; alguien que es uno mismo y, sin embargo, un desconocido.
Él no respondió nada, sino que observó a su vez el rostro de la mujer, oculto por el cambuj rojo.
Máscaras de matar.
León Arsenal (2004)
-¡Exagerada!-se rió a su vez-. Pero si son solo siete.
-Siete son muchas. Entre nosotras, las altacopas, para quienes la interpretación de las máscaras es parte de nuestra vida, rara es la que en privado usa más de dos o tres. Tres es para mi el número perfecto.
-En cambio, son pocas para mí. Me gusta ser muchas personas, actuar de forma bien distinta... y me gusta cambiar con frecuencia, de una a otra.
Ella se reclinó a su lado, muy cerca. Con la diestra le acarició la mejilla, dejando correr con suavidad las fundas del borde del cambuj.
-No te engañes. Tus máscaras te permiten ser otros, es cierto, pero no son mas que facetas de ti mismo.
¿Yo mismo? ¿Y qué es eso sino otra máscara? La vida, el paso del tiempo, los demás, todo, van poco a poco inponiéndonos una imagen de nosotros mismos que acaba pasando por verdadera. Pero no lo es; no es una cara, sino una careta, otra más, que nos constriñe y esclaviza.
Ella lo escudriñó pensativa en la penumbra. Luego paseó sus dedales por el pico acerado.
-¿Así que eres de los que creen eso, eh? Pues ten cuidado. La gente como tu usa las máscaras tanto que, con el tiempo, queda muy poco debajo de ellas.
-Puede ser; pero al menos yo elijo mis mascaras-suspiró-. Tal vez tengas razón porque, despues de tantos años, no creo que pueda pasar sin ellas. Asi que quizá lo que usaba en un principio para liberarme, a hacabado por atarme a su vez, y no he hecho mas que volver al punto de partida.
-¿Y por qué no buscas debajo de esa careta que dices que te cubre, en vez de taparla a su vez con otra?
-Porque no creo que debajo de ella haya otra cosa más que otra máscara, y luego otra, y otra... y al final, nadie.
-He oido ese argumento otras veces.-Una mirada peculiar se encendió en los ojos azules de la altacopa-. También hay quien opina que, bajo la máscara, se encuentra un extraño; alguien que es uno mismo y, sin embargo, un desconocido.
Él no respondió nada, sino que observó a su vez el rostro de la mujer, oculto por el cambuj rojo.
Máscaras de matar.
León Arsenal (2004)
domingo, 18 de abril de 2010
Está en tu interior
La tristeza que te devora,
me sorprende tu cara,
tus facciones arrugadas
y tus ojos hinchados de llorar.
Para tí la felicidad escapó
pero es que esta en tu cabeza...
para tí la felicidad escapó
pero es que esta en tu cabeza,
en tu cabeza, tu cabeza...
Las gotas de tu pozo de tristezas
se agotaron en penumbras.
Sin embargo el peso en tus hombros
los espera desde la luna, los espera desde la luna, los espera desde la luna...
me sorprende tu cara,
tus facciones arrugadas
y tus ojos hinchados de llorar.
Para tí la felicidad escapó
pero es que esta en tu cabeza...
para tí la felicidad escapó
pero es que esta en tu cabeza,
en tu cabeza, tu cabeza...
Las gotas de tu pozo de tristezas
se agotaron en penumbras.
Sin embargo el peso en tus hombros
los espera desde la luna, los espera desde la luna, los espera desde la luna...
martes, 13 de abril de 2010
En tí
Encerrado estoy,
entre celdas vacías,
estoy muriendo en soledad,
no me sabes resucitar.
Lo que haces me duele,
tomas mi sagre,
comes mi carne,
y ni cuenta te das
del mal que nos hace...
Miras a otros con ojos felices,
seres sucios, falsos y huecos de verdad.
Los sigues hasta tu vejez,y ahi, quieres verme,
pero hace tiempo morí en tí,
carcomido y desangrado.
Triste en tu maldad,
llorando lagrimas de melancolía;
tu saña me hizo desdichado,
y el ignorarme ante otros me enmudeció.
Nunca supiste de mi:
y ahora que ya no estoy aquí,te digo:
soy el inconsciente de tus verdaderos sueños.
entre celdas vacías,
estoy muriendo en soledad,
no me sabes resucitar.
Lo que haces me duele,
tomas mi sagre,
comes mi carne,
y ni cuenta te das
del mal que nos hace...
Miras a otros con ojos felices,
seres sucios, falsos y huecos de verdad.
Los sigues hasta tu vejez,y ahi, quieres verme,
pero hace tiempo morí en tí,
carcomido y desangrado.
Triste en tu maldad,
llorando lagrimas de melancolía;
tu saña me hizo desdichado,
y el ignorarme ante otros me enmudeció.
Nunca supiste de mi:
y ahora que ya no estoy aquí,te digo:
soy el inconsciente de tus verdaderos sueños.
sábado, 10 de abril de 2010
En la vereda de la ciclotimia.
No, no me grites mas,
necesito silencio para pensar...
Lluvia, lluvia...
Basta, tu ira explotó,
temo lo peor...
Ruido, ruido...
No debí decir nada,
me equivoqué, no lo se...
Frio, frio...
Sos tan odioso y explosivo,
no puedo vivir contigo...
Agrio, agrio...
Te odio con toda mi alma,
no soporto ya el silencio,
el destino te está buscando...
Sangre, sangre...
necesito silencio para pensar...
Lluvia, lluvia...
Basta, tu ira explotó,
temo lo peor...
Ruido, ruido...
No debí decir nada,
me equivoqué, no lo se...
Frio, frio...
Sos tan odioso y explosivo,
no puedo vivir contigo...
Agrio, agrio...
Te odio con toda mi alma,
no soporto ya el silencio,
el destino te está buscando...
Sangre, sangre...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)