lunes, 7 de febrero de 2011

Cura para el pánico

Y esa figura imponente detrás de la neblina, a la distancia, como una fantasmagoría o un recuerdo de algo que logró huir. Rasguñando el cielo con hilos negros, faros logran darle una expresión antinatural detrás de los abetos.
 Si en algún momento,
 en algún lugar,
se encontrara la cura para la incomodidad,
los horrores se tornarían temprano,
Una flor,
Y esa montaña otra vez sobre el horizonte que me hace volver a la prosa. La lluvia dorada atormenta mi costado aún detrás del vidrio. ¿Qué hacen esas varas en el medio del desierto? Y la montaña, en un efecto lunar, nunca parece desaparecer de ese mismo lugar. Arbustos cada vez más bajos hasta parecer un triste desierto, aunque unos arcos plateados.
Si en algún momento,
En algún lugar,
Se encontrara la cura para la vergüenza,
Los horrores se tornarían temprano.
Un arbusto,
Y la montaña que no desaparece, en su bello camuflaje con el cielo de agua. Cubos sólidos nacen del suelo y contaminan la pureza del cosmos. Una ola surca el cielo ¿Pensaste que podría ser de mar? Un barro gris emerge del suelo, solo atisbo a ver un clavel del aire.
Si en algún momento,
En algún lugar,
Se encontrara la cura para el pánico,
Los humanoides terrestres no encontrarían fin,
Un desierto,
Y la ciudad, que ya no nos deja ver la montaña. 

2 comentarios:

  1. Yo no sirvo para dar críticas, pero sé muy bien si algo me gusta o no.
    Me gustó muchísimo Funes.
    Besos

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  2. Muchas gracias por todos tus elogios hacia mi blog, me alegro de que te guste y espero que me sigas visitando, por cierto una gran entrada y muy buena reflexión ^^

    Un saludo!

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