domingo, 24 de abril de 2011

El occidente

El brazo cansado de señalar el occidente,
desde la cima de una montaña Él señala.
con un halcón aferrado a su brazo, responde con una mueca de dolor.
Está cansado pero señala, igual señala el occidente,
si hasta el hielo le perforó los pulmones siempre respirando el occidente.
Laz zarpas del ave ya no lastiman su carne,
es que se apoyan sobre su hueso desnudo apenas cubierto por la sangre que se coaguló siempre palpando el occidente.
La nieve golpea su cara, se mete debajo de sus párpados,
y ya le cristalizó los ojos, siempre mirando el occidente.
Sus timpanos destrozados por el frío, curtidos y sin vida oyen, siempre oyen el occidente.

 Mas ya no sabe dónde esta el occidente, pero ya no podría vivir por nada más.
La vejez y el recuerdo de la oportunidad de volver le hacen mal.
Ya no le queda más tiempo pero señala el occidente,
regresa...

jueves, 21 de abril de 2011

Ya no ser la vida.

Y una mariposa que descansa,
sobre la oscuridad de la noche.
Pero tiene sombra,
la mariposa en el cénit de una noche sin luna, proyecta una sombra.
La sombra parece una carrera de acuarelas,
los colores danzan alrededor de la mariposa, le cantan.
la mariposa no remonta vuelo, inmersa en suproyección.
la proyección está inquieta, desborda y hecha a volar.


La sombra es la mariposa, y la mariposa una proyección de vos mismo.

domingo, 17 de abril de 2011

Dejame escribir el poema mas auténtico,
que no se reduzca nada mas que sí mismo,
Escribiendo sin llegar a ninguna conclusión, con relatos reales de lugares  fantásticos.
Dios otra vez logro salir de la máquina para salvarnos a todos,
por eso dejame escribir,
sobre la mundanidad mas vulgar, ser capaz de encantar con palabras hasta el ser más frío, quiero escribir sobre una flor, sobre otro día que volvi a ver salir el sol...
Sobre lo maravilloso de soplar un diente de león, de hacer equilibrio sobre una viga, sobre mojar una medialuna en el café, ¿Será que somos tan poco auténticos que nos asusta hablar de nosotros mismos?
Me falta la capacidad del asombro, quiero hacer el relato más inservible, más auténtico,
hacer llorar por el marchitar de una rosa, sonreir por el secreto de la nuez
¿Por qué no escribir sobre este cosmos?
Miles de libros leidos, cientos de películas vistas, y ningun relato de este mundo.

¡Ah!

Arrastrándome por las escaleras,
miles de máscaras adheridas a la piel,
cantaban,
¡Ah el perfume de la muerte!
nadie escapó vivo,
lentamente como un vudú,
acuchilé a cada persona del lugar,
y la sangre que se coagulaba sobre sus efímeros rostros...
que dicha, ver la piel del cuello como queriendo abrazar al mundo,
y el vómito repentino de la sangre,
¡Que sed!
el hambre solo saciado por el hambre.
El cuchillo sigue afilado,
como mis ansias de asesinar.

sábado, 9 de abril de 2011

No entendí.

Nunca voy a comprender el cerebro humano. Las emociones son tan raras, las reacciones del cuerpo tan hinóspitas que nunca sabemos como podemos reaccionar ante las cosas.
  Hoy volvi a ver El extraño mundo de Jack despues de mucho tiempo. Al llegar a la parte en que Jack vuelve al pueblo después de intentar ser Santa Claus me puse a llorar. Si, yo tampoco ententí. Me empezaron a caer lágrimas y hasta ahora no entiendo por qué.

lunes, 4 de abril de 2011

Tango

A Sofi.

Un surco que dejo el pasado,
un decenio desde el salir del nido,
que estropeó esta joven golondrina.

Y un tango viejo,
me contó la historia de mi vida, despacito,
como pisando fuerte una a una las llagas vivas de mi carne.

Y apareciste vos,
en un callejón que recuerdo bien,
me contaste que la pasabas mal,
que te "absorbia" dijiste.
 
Y yo, borracho,
te conte todas mis penas,
que estaba solo, siempre solo...

No tuve motivos de desconfiar,
pero igual te maté,
con un cuchillo lentamente,
surcos rojos en tu vestido
y feliz, solo, siempre solo,
me alejé de las calles de Buenos Aires,
rumbo a las luces de otro viejo amanecer...