Arrastrate sobre las lijas,
acariciá las espinas con tus párpados,
y tragate a Mefistófeles por mí.
Hacelo por mí.
Poné tu mirada en el vacío de un precipicio,
acariciá tu garganta con el filo de un cuchillo,
y tragate a Mefistófeles por mí.
Hacelo por mí,
como un aperitivo,
por mí.
Enterrá la cabeza entre los escombros,
perforate los tímpanos con el sonido de los mosquitos,
y tragate a Mefistófeles por mí.
Hacelo por mí,
como un aperitivo,
por mí,
sintiendo su gusto,
por mí.
Abrazá el rojo hierro del alto horno,
mordete la lengua hasta sangrar,
y tragate a Mefistófeles por mí.
Hacelo por mí,
como un aperitivo,
por mí,
sintiendo su gusto,
por mí,
sin pensar en tu garganta reseca,
por mí.
Hoy nos dejas un bello aperitivo con tus letras y nuestras gargantas no se quedan secas.
ResponderEliminarBesos.
Yo bebo a Dios.
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