Te vas por la senda oscura,
y cuando pensé que te acercabas,
en realidad te estabas yendo.
Y cuando descubrí que te te fuiste,
solo ví una silueta de carmín.
Una delgada película de claridad eléctrica;
de un lado vos, succionada,
Y de este lado yo, aprovechando el pequeño haz,
para recordar tu contorno.
Y descubrir que nunca vivimos nuestras vidas,
Solo fuimos un ensayo de algo terminado,
que avanza y decolora esta fútil prueba...
Tu vida como marcha de cuadros,
tan cómoda en tu sillón de vulgaridad,
Un cordón de resplandores te ata las manos.
Te perdí en un bosque de pantallas y teclados,
que producían una luz de oscuridad.
Apenas dar unos pasos en la senda,
me detengo, huyo.
De todas maneras, yo también estoy perdido,
en mi bosque de otras cosas.
Siempre hay un bosque de otras cosas
que no nos deja acariciar nuestra piel.
Creo que todos nos hemos perdido en ese bosque de teclados y pantallas. Ojalá un día nos pudiésemos tomar de las manos y danzar una ronda humana.
ResponderEliminarAbrazos.
me pareció, muy bueno
ResponderEliminarsaludos desde Uruguay