martes, 15 de mayo de 2012

Minusválida figura

Camino por la orilla del mar de arena,
y veo una casa derribada.
Y entre las maderas,
un cuerpo que junta los pedazos.

Intento gritar consejos,
me desespero;
tengo prohibido pisar tierra.

En el océano las casas son de sal,
ausentes de muros...
Algo en esa destrucción me llama a querer.

Mis pies,
que siempre acariciaron la superficie del mar,
ahora se pierden en ella y temen,
lentamente.

Sigo contemplando el ser entre sus restos,
mientras el agua me sube por las piernas,
o yo bajo hacia ella,
impotente.

Siento por vez primera,
el agua fría,
en mis huesos.

Y mis ojos en ultimo lugar,
que llegan a vislumbrar por última vez,
la minusválida figura.

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