lunes, 17 de mayo de 2010

Paranoia numerada (parte 2)

Está en el trabajo, en esa decadente oficina que detesta por sobre todas las cosas. Siempre frente a la computadora organizando expedientes quien sabe para qué. Taza de café en las manos; único consuelo para no caer muerta del sueño.

Nerviosa todavía, no hacia una semana de la entrevista, pero no la llamaron, y presentía que no la iban a llamar, y puta madre que este trabajo de mierda que nunca voy a dejar pero si no, no como.

Mientras seguía en la rutinaria tarea frente al monitor, recuerda su ridícula actitud cuando bajó del colectivo para mirar la numeración de las casas; patético. Pero quizás algo signifique ese número... No por nada estaba en mi bolsillo... Solo quizás.

Aprovecha la soledad de su oficina y comienza a buscar por Internet el posible significado de ese número "1749" al que no le encontraba sentido.

"Nacimiento de Gregorio Funes", "Nacimiento de Goethe": eso no le decide nada, pero mas no encuentra... entonces si ahí no estaba la clave, ¿Donde estaría? Una llamada interrumpe sus cavilaciones:

-¿Hola, María? ¿Cómo estás? esta bien, este fin de semana lo tengo libre, dale. Besos, chau, chau.- Su amiga María, hace mucho no la veía, meditó. El fin de semana la vería, aunque recién era martes...

Al otro día se levanta enferma y llama al trabajo para avisar que no iría: "El yang de la enfermedad", como le gustaba decirle. Cerca del mediodía se sentía mejor y decide levantarse. Ya no había fiebre y el dolor muscular se atenuaba. Decide salir a caminar después del almuerzo.

Por las calles de su barrio, se le dio por inspeccionar las numeraciones. Se coloca en una calle que cortaba a todas las demás al mil setecientos, y en cada una inspecciona si se encontraba ese número que la estaba volviendo loca. Parecía que las calles estaban en su contra, ninguna tenia el número 1749, todas lo salteaban, siempre igual. Sigue caminando mucho tiempo, buscando ese número en alguna calle, pero siempre la numeración escapaba a ese número.

De pronto se dio cuenta que la poca iluminación no le permitía ver el frente de las casas, y ya ni siquiera reconocía el lugar en el que se encontraba. Opta por tomarse un taxi hasta su casa: no pensaba perder mas tiempo encontrando el camino hacia su casa.

Aunque su búsqueda había sido totalmente en vano, ya no se preguntó por que idiotez lo había estado buscando, ya no más...

Continuará...

2 comentarios:

  1. O_O menos mal qe lei el "continuara" xD va bien... bah, a mi me gusta

    abrazo! nos vemos el domingo

    Valle (postee de nuevo :P)

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  2. ay Luca... si no pones lo que sigue ya te mato!!!!
    quiero saber que siguee!!
    que siga buscando!! :O
    esta buenisimooo!! *-*

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