Una carrera infinita de dos esferas
que se suicidan desde dos planetas paralelos
y que cargan toda la rabia del cosmos.
Un teléfono suena sin parar. Piernas de mujer sacuden el polvo de las ceramicas heladas por el viento. Los pies, casi sin una nota de sonoridad caminan cansados; caminan a la habitación y hacia la cocina, pero no dudan en no dirigirse hacia el teléfono, que suena por cuarta o quinta vez.
Serpiente sobre arena rosada
que murió un día en mis ojos
un cadáver que no se puede disolver
y que drena mi alegría y me trasforma.
Un ramo de flores espera sobre el jardín a ser recogido. Pero ya pasaron muchas horas: el rojo de las rosas comienza a volverse viejo y una flor comienza a sangrar. Unos tibios ojos contemplan el ramo desde la ventana.
Cigarrillo en la oscuridad,
una inhalación desesperada,
que intenta inútilmente
ser el último suspiro de vida.
Me siento tocada. ¿Por qué será? Me desespera. Ni hablar de serpientes; aunque mientras no muerdan, se ahogarán con su veneno tarde o temprano.
ResponderEliminarTe quiero.. mucho? No sé, es más que eso. Te quiero más que mucho.
Medusa.
"Cigarrillo en la oscuridad,
ResponderEliminaruna inhalación desesperada,
que intenta inútilmente
ser el último suspiro de vida".
Me gusta tu estilo,sin concesiones, tuyo, escrito desde el estómago y el corazón