Vamos a hablar de ellos, primeramente diciendo que "ellos" son anónimos, diciendo que son miles, millones, pero que pertenecen a otro mundo muy paralelo al de nuestro sueño.
"Ellos" están desde siglos antes de que su amo despierte, desde antes que el dilema del huevo y la gallina exista, desde antes que suene nuestro despertador.
"Ellos" están en todas partes, pero donde más abundan es donde saben que no vamos a ver; y no, no es abajo de las alfombras, donde cualquiera, al leer este cuento, comenzaría a buscar, si no que en lo mas hondo de la tierra.
Estos seres trabajan desde antes de que el mundo vuelva a ser mundo. La misma Tierra no sería Tierra si ellos no estuviesen; ellos dan cuerda a la gigantesca caja musical para que siga rotando, muchos de ellos soplan todo el día a través de sus ventanas, algunos limpian con mangueras desde arriba(desde el cielo), otros mueven una caña con un anzuelo enorme de oro, y cuando terminan con ese trabajo, antes de volver a sus nidos, pintan el cielo con manchas blancas y, casi siempre, a alguno se le cae el balde de pintura.
Estos seres no recuerdan lo que es vivir, solo existen para ser usados, ser esclavos. Pero eso nunca los detiene a cumplir su misión, lo que les da sentido a su vida, lo que los hace no sentirse muertos.
ya te dije que me gusta mucho, pero ponerlo acá le da otro toque
ResponderEliminar"lo que les da sentido a su vida", entonces si ese es su sentido de la vida, su, por decirlo de alguna forma, "misión", no son esclavos, sino un producto del cosmos natural o resignación divina (que probablemente sea la muerte o la explicación símil-griega de los fenómenos naturales) donde nada, absolutamente nada se puede hacer para cambiar ese destino (nada según el relato).
ResponderEliminarLinda forma de describir la tierra para menores... es para representarlo gráficamente...