martes, 20 de diciembre de 2011

Manifestaciones pluviales engañosas.


Todos alguna vez vimos llover, o casi todos. La lluvia es un fenómeno climático caracterizado por la caída de agua de las nubes en forma líquida.
  Ya desde los inicios de la tierra, ésta fue enfriada por la constante caída de aguaceros sobre el planeta y desde entonces, se produce todos los días en alguna parte del mundo, no hay parte del mundo donde no llueva y eso nos lleva a un análisis que podría servir a cualquier persona que viva sobre la superficie del globo.
  Pero el fenómeno pluvial en sí no es lo que vengo a plantear hoy, si no una situación que éste puede generar. Todos sabemos que no llueve en todo el mundo al mismo tiempo, si no que es un acontecimiento que tiene ciertos márgenes, con un fin y un principio, tanto geográfico como temporal.
  Ahora, ¿qué pasa si justo el linde de esta precipitación se da a mitad de una o más casas?
Una persona podría observar la lluvia caer por una ventana de su casa y al cerrar las demás, darse cuenta que del otro lado, no llueve. Este hecho sería el menos trágico. El hecho más terrible se daría en el caso de que una persona, segura en la mirada soleada del día, realice las labores normales cuando se da cuenta de que el agua está empezando a entrar a su casa por una de las ventanas opuestas a la habitación en que se encuentra.
  Un relato anónimo de un indio desconocido, nos cuenta que un día estaba tan atento mirando los pájaros volar bajo la luz del sol, que no advirtió que del otro lado de su casa caía un aguacero. Cuando se dio cuenta, estaba con el agua por la cintura y antes de poder cerrar la ventana, se le hechó a perder todo que tenía dentro.
  Este hecho, no tan anormal, podría causar males muy considerados a personas que la lluvia les afecte de manera altamente negativa, ya sea por tener suelo de alfombra, rabia, un pariente enfermo o pocas ganas de secar el piso.
  El técnico electrónico Paulo de Asís creó un sistema de sensores ubicados en las ventanas de las casas, los cuales emitían una alarma en caso de que se detectaran precipitaciones en uno de los sensores y en otros no. La maquinaria resultó altamente costosa para un hecho que se producía tan esporádicamente, por lo que el invento quedó en el olvido.
  Es por eso que hoy llamo a la concientización de la gente, a que no se deje engañar por un medio-día soleado, que observe atentamente el cielo desde todas sus ventanas, por que uno nunca sabe cuando puede caer lluvia a mitad de la casa, nunca se sabe. 

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Contrateoría de la perfección del cíclope.


Todos deben conocer a esta criatura llamada “cíclope” oriundo de las islas homónimas. Y el que no la conoce debería leer más sobre biología griega.
 Estos seres, nacidos del dios Poseidón, son una raza de  gigantes que viven en islas despobladas de humanos y que se dedican exclusivamente al pastoreo de ovejas.
  La característica principal de estos seres esta dada por poseer un único ojo, y de mayor tamaño, en el centro de sus cabezas, el cual tiene las mismas utilidades del ojo humano.
  Un libro el cual tiene un alto desarrollo sobre esta especie fue escrito hace muchos años ya, por el estudioso Alemán Frederic , que enunció en “El cíclope de las montañas” lo siguiente; “…los cíclopes son seres perfectos: no solo poseen una sola boca y una sola nariz, sino que también poseen un solo ojo perfectamente ubicado sobre su nariz que le otorga mayor simetría que un humano, ya que el humano al tener dos ojos tiene mas posibilidades de ser asimétrico por alguna anormalidad que posea uno de los ojos y que el otro no.”
  Este artículo que estoy escribiendo, lo hice en defensa de los humanos. Nunca algo me dolió tanto como que un humano considerase a otro ser superior. Ahora le pregunto, ilustrado pensador Lungwitz, ¿Nunca se puso a pensar de qué lado del ojo tienen lo cíclopes su lagrimal?
  Es innegable que el cíclope posee un lagrimal en alguno de los lados de su ojo; es más que obvio el hecho de que cuando Ulises clavó su estaca en el ojo de Polifemo, este lloró ante la impotencia de no poder acusarlo y por su gran dolor.
  Entonces bien, el hombre tiene más posibilidades de ser imperfecto, pero puede poseer dos ojos iguales y simétricos. En cambio, el cíclope nunca será simétrico, ya que su lagrimal quiebra con la ciclópea simetría. Además, la figura de un cíclope llorando es totalmente desmesurada ya que se puede observar todo un costado de la cara del gigante húmeda y la otra seca.
  Tampoco se puede alegar el hecho de que un cíclope tenga dos lagrimales ¿Dónde se ha visto eso? El ojo del cíclope no aguantaría tales cantidades de agua y viviría con conjuntivitis.
    Por ello lo invito a usted, Sr. Frederic Lungwitz, a que revea un par de páginas de su obra para evitar erróneos puntos de vista por parte de sus lectores y que planteen con su fundamentalista manera de escribir, que un cíclope tiene mayor mesura que un humano.


lunes, 12 de diciembre de 2011

Arena eras, arena serás.

Dos dioses-cristal se medían,
cada cual buscando la debilidad en el otro,
un punto flaco.

Un inmortal buscó sangrar al otro,
pero sus cuerpos de vidrio estallaron en mil pedazos,
Sembrando sus polvos de discordia en los ojos de los hombres.

Ahora los dioses viven de la ceguera de su pueblo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

La historia del pez azabache y la garceta nívea.


Nada es diferente en la laguna,
las garzas vuelan y saben descansar.
La garceta nívea se esconde,
mas en la orilla espera...

Un cardumen que trajo el arrollo,
cientos de tritones que hablan de ríos-frenesí.
La garceta se siente oculta,
el ave es destrucción.

Un pez azabache se ve en las fauces de su asesina,
el pico comienza a perforar la carne,
sangre, agua,
las lágrimas de peces son más grandes.

"No me comas blanca garza,
no conocí la primavera.
Dejame vivir con la angustia,
de saberme muerto en tu boca."

"Y si vivo hasta el verano,
volveré para contemplar tu vuelo de crepúsculo,
cuando le robes los colores a las nubes
y te pongas vestidos de atardecer."

"Quiero seguir viviendo
para contemplar en tus plumas,
la nieve sobre las ramas de los pinos
que no me deja ver el hielo del invierno."

"Y si me dejás vivir para el próximo otoño,
mientras te vayas a otros mundos vestida del blanco del sol,
yo te voy a recordar como el ave que me dió una nueva vida."

"Cuando llegue el invierno nuevamente,
y aún no hayas vuelto,
el cielo blanco se dejará ver
a través del cristal de la laguna."

"Y quizás vuelvas
y ahí si, gustoso,
me dejaría morir finalmente
en tus fauces desgastadas por las cuatro estaciones"

"O quizás no vuelvas,
y no sea más que un invierno tras otro.
Que repiten mis versos desesperados."

"La angustia me iría debilitando poco a poco,
y queriéndome dejar morir en el fondo del lago,
quizás llore de tanto mirar la luz cuando se deje entrever el sol."

jueves, 27 de octubre de 2011

Soy el comodín de la baraja.

Unidos siempre es mejor,

¿A qué precio?
           
                               ¿A qué precio?

Uniéndose solo logran dejar a alguien en la soledad,
lo opacan, lo apagan,

Democracia y pensamiento unificado

¿A qué precio?

                                                  ¿A qué precio?


Si la minoría no tiene más remedio que morir,
si en la masa esta la falsa verdad,

Mi hada de mil colores pierde uno cada día,
los destruye diariamente,
Como máscara incolora,
su belleza no lo es para no ser vista.

Dejen de apilarse debajo del rey del picas,
basta de repetidos instintivamente,
Soy el comodín de la baraja;
nunca dejé de cartearme para ser yo,
pero aún no encontré el otro igual a mí.

Soy el comodín de la baraja;
soy otros para ser yo,
estoy solo pero me trasformo
y así sigo sintiéndome incómodo.

Soy el comodín de la baraja,
como yo hay uno igual,
pero estamos tan sensibles a trasformarnos,
que quizás estuvo frente a mí,
pero no lo supe entender.

Soy el comodín de la baraja,
estoy solo una vez más,
y otra vez vuelvo a este rondó
                                                  de mi  corazón roto...


Otra vez gracias a la colaboración del Pontífice Inexacto



sábado, 22 de octubre de 2011

Adiós, vieja montaña de papel.

  No, no soy capaz de formar una frase entera, quiero transmitir de una manera bella y sincera lo que siento, pero, soy incapaz de que cualquier metáfora asemeje este sentimiento tan grande guardado.
  El hecho de pensarlo me inhabilita a concentrarme en la belleza de las palabras, de darles forma. Desaparecen.
  Lo único que soy capaz de decir es "Adiós,vieja montaña de papel."

martes, 18 de octubre de 2011

Medio cuento.

   Voy caminando entre fogones, mientras ella me mira a través de la humareda. Cenizas, polvo y semillas cubren el suelo. Me ve, hace llover y se va en busca del olvido.
   Pero recuerda...
   El agua de lluvia y  las cenizas forman una pasta que sube por mis pies a cada paso, pero ya no soy yo el que la aguarda.
   Pero nunca olvida...

domingo, 16 de octubre de 2011

Infemmenoide.

¡Maldita estrella hueca!
Llena de aristas y sin un centro.

Me conmueven tus hilachas de locura...
Estrella de trapo, tanto uso
te descascaró en cien lunas
de papel pentagramado,
a diez voces.

La infrahumanidad de tu aspecto,
la bipolaridad de tus soles,
la animalización de tus rostros.

Sos la dama del purgatorio,
pero allá en el infierno nadie te conoce.
Público pequeño,
soberbia insondable,
trágica misericordia en desuso.

lunes, 10 de octubre de 2011

Endrogada en Adrogué

Un alud escarlata en la piel
Que me subyuga el papel maché
Tu corazón es un po-pollo al galetto
Y ti corazon son papas noisette

Endrogada te encontré
Endrogada en Adrogué
Endrogada en Adrogué

Me miraste mi alma se rompió
Un perro caminaba y otro ladró
Y en mi locura de caminar así
Vi tantos colores juzgando al ají
Me amorcene un cielo que tiene su parte de miau
Un perro que camina con un frasco de kerosén

Tu vida...
Estás endrogada en Adrogué
Endrogada como una tarada en Adrogué
Como una tarada en Adrogué

Mi corazón son semillas de oropel
Y tus vituallas no me dejan entrever el sol clamoroso, el clima sensual
Un perro me dice “Ricardo qué tal”
Yo que vivo en una pluma de papel machee
(que me lleva por ahí me saca de las casillas me lleva como un perro sdrech)

Mi te vi
te vi te vi
endrogada como una tarada en Adrogué

Como una naba te vi
que estabas mirándome los ojos para atrás y pensé
esta mujer no es la que yo amo
está endrogada, tarada, algo le pasa
Le digo “mi cuis mi amor esto ya no puede ser igual”
cuando veo que esta endrogada
Endrogada en Adrogué. 





Alfredo Caseros (Cha Cha Cha)

miércoles, 5 de octubre de 2011

Flores

Caminaste por Alsína y ¿qué descubriste?
A cada bocacalle una florería de ramos condenados.
Uno te alegra,
dos te sorprenden,
tres te abruman,
cuatro te atemorizan;
tantas piezas de rompecabezas intentan encajarse unas con otras, pero no es el mismo juego...

La flor se marchita, su belleza de artificio,
un inmenso gajo de brevedad que se vuelve
invisible,
insensible,
inservible,
insaciable,
insondable,
insolente,
intrascendente,
intolerante,
insoportable,
incrédulo.

El nogal intentó ser mariposa,
la orquídea ser alacrán,
una magnolia volverse hombre.

Las flores piden cosas inservibles,
por suerte para ustedes solo yo las oigo...



lunes, 26 de septiembre de 2011

Una mujer.


  La casa está poblada por una pálida luz que languidece a medida que la noche comienza a nacer. Una mujer recostada fuma un cigarrillo que empieza a consumirse.
  A parte de ella, la casa está reducida al aire de miles de inviernos. El brillo del tabaco toma un color intenso, y luego desaparece por completo
  
  Desde el sillón donde se encuentra puede vislumbrar su figura en el espejo; una figura desaliñada, con cicatrices en las manos y heridas recientes en piernas y brazos. La mujer parece entristecerse con  esas heridas, algunas superficiales como árbol tallado a mano y otras profundas pero violentamente provocadas.
  La mano de la mujer, con el filtro del cigarrillo aún en la mano, se acaricia cada una de las heridas en forma de linea que circundan su brazo derecho, como recordando el momento en que se la hizo.
  Su mirada en el espejo se pierde mirando el rimel corrido de sus ojos, y su compasiva contemplación de ella misma.
  Un gato (supongamos que es el suyo), se cruza por delante de ella, pero no tiene ningún tipo de reacción. Está como en un débil equilibrio, taciturna, sin vida.
  La mujer no se molesta en encender la luz, cada vez la habitación esta más oscura. 
  Las persianas completamente bajas no nos dejan ver mas que la completa negrura de la casa.
  Por ello no logramos ver que sucede a continuación pero, casi seguro, que era una mujer torturada o esclavizada,
casi siempre es eso lo que pasa en estos días en que una mujer es golpeada y se transforma en objeto de prensa pero, ellas nunca ruedan por las escaleras.

Nunca.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Cementerios de papel.

Como espirales de algún nodo perdido,
busca tesoros y cazarrecompensas
 excavan entre basurales y cementerios,
porque allí es donde...


Árboles se descascaran en miles de hojas
que van a parar a mis fauces;
un alerce que es arte,
una diosa que es cadáver.


Copiosa suciedad y unidad,
son los ojos del experto 
que encuentran los viejos rastros
que eran civilización y que son vestigios.

Las manos sucias por la soledad de los camafeos
de rostros con plumas 

en sus ojos...

vacuos...


Alerta minero:
la zona es rica en pirita;
no sea que por mucho buscar,
te atragantes con lejía pura.



miércoles, 14 de septiembre de 2011

Savia idiota.

¡Hipócritas haces de luz!
¿Por qué escocen las manchas de oscuridad en la pared?
Mas vale que prevalezca la penumbra,
y no querer limpiarla con óxido y sangre.

La piel clama por la verdad del viento,
pero es confundida por la brisa de un ventilador.
Los astros no dejan a un cuerpo ser estrella,
debe ser parte del cosmos, blanca.

La savia brota idiota del cedro,
no habrá otra búsqueda de perlas.
Un nenúfar perdido en la laguna,
que es ciénaga, que es pantano...


viernes, 2 de septiembre de 2011

Marcas en la madera.

Marcas en la madera,
logradas por los surcos de la luz.
marcas en la madera,
donde miles de raíces buscan nutrirse.
marcas en la madera,
donde el agua se esconde, dibuja soles y se va.

El árbol del alba yace bajo esta cúpula,
donde ni el sol ni la sombra pueden invadir.
Parecían abismos de flores secas;
el río desgastó los bordes de esta suerte,
donde ahora me encuentro, pronto al salto final.

El viento empujó el tronco con fuerza,
las raíces se avergüenzan ante la desnudez de la tierra.
Me pesan las astillas en los pulmones,
que comienzan a arder enfurecidas.

Marcas en la madera y yo ya ni sé si algún día encontrare refugio.
El tronco comienza a pudrirse, a descomponerse,
hasta transformarse en la tierra que cubra mi tumba.

lunes, 22 de agosto de 2011

¿Te acordás de cuando la vida pasaba en tres actos?


  Caminaba lentamente por la triste calle de Lanús. Siempre le parecía triste la calle los días nublados, porque emitía una luz demasiado blanca, demasiado fúnebre.
  Los pasos de Océano resonaban en los charcos de agua que, distraída en sus descripciones de paisajes de trenes, pisaba con toda seguridad. Sus manos protegidas en los bolsillos de su abrigo se cerraban con fuerza intentando proteger el poco calor que el día le dejaba.
  Al llegar frente a una escalera con una puerta de barrotes de hierro en el frente, se detuvo y tocó timbre. Rápidamente volvió a introducir las manos en sus bolsillos mientras dirigía su mirada atenta hacia una ventana que daba al frente de la casa. Una cabeza se asoma a través de ella y le hizo gestos para que espere.
    Océano se arremangó su abrigo apenas lo suficiente como para poder vislumbrar la hora. Llegaba tarde, algo que se había convertido en ritual con el paso de los años.
  En un corto lapso de tiempo que bastó para que a Océano se le entumecieran los dedos de los pies, un joven de estatura regular, rostro común y ropas de mucho uso, bajo de dos en dos las escaleras que conducían al frente de la casa -por encontrarse esta en un primer piso- y, mientras exhibía una sonrisa que esperaba compensar la espera, abría la puerta con una llave que traía en su bolsillo.
  Océano fue la primera en hablar:
-Disculpá la tardanza, esta mañana no me podía levantar.
-No te disculpes. Cuando quiero que vengas por acá, siempre te reservo un margen de tiempo. –Bromeó- Fuera de bromas, no hacía nada importante.
  Océano asintió, atravesó la reja ya abierta y comenzó a subir los peldaños hacia la casa.
-Mañana es mi gran día.
-Así parece, ¿Estás emocionada?
-Mucho. Es el día más importante de mi vida; voy a demostrar frente a cien, capaz doscientas personas de lo que soy capaz.
  A esta altura de la conversación, ambos ya habían cruzado la puerta principal y comenzaban a quitarse sus abrigos para colgarlos en el perchero de la entrada de la casa.
  Océano se dirigió a una estufa a pocos metros de la entrada. Acercó sus manos a la parte superior y siguió hablando:
-Sabés que amo la danza más que nada. Y que tanta gente pueda verme bailar… Estuve entrenando mucho en mi casa para que los pasos salgan perfectos, me tengo mucha fe.
-Se ve. Y yo voy a estar ahí para verlo ¿Querés tomar algo?
-No, gracias. Acabo de comer en mi casa.
  Como una experta en la geografía de la casa de su amigo, Océano caminó decididamente hacia una puerta corrediza situada en una de las paredes de la sala de la casa.
  Una vez dentro, el muchacho cerró la puerta detrás de sí y se sentó en uno de los sillones que se encontraban contra la pared de la habitación y colocó su pierna derecha en forma perpendicular sobre su rodilla izquierda;  un piano vertical de madera oscura abierto y con partituras tanto en el atril como en la parte superior, una computadora en un mueble con el mismo color que el piano repleto de CDs de música y un sofá-cama completaban la fachada de la habitación.
  Océano puso un pie sobre e sofá-cama, dio un ágil giro sobre él y quedo frente al anfitrión cruzada de piernas.
-En estos días tendría que haber comenzado a estudiar para los exámenes de la próxima semana, pero siempre me gana la vagancia. Nunca puedo comenzar ¿Vos cómo vas con eso?
  Reposando las manos en los brazos del sillón y mirándola divertido, El muchacho respondió:
-Sabés como me llevo con eso. Me causa gracia la pregunta. De todas maneras, vengo salvándome con la mayoría de las materias, el que está realmente en problemas es Sean- en este punto la mirada se le perdió en una esquina de la habitación.- esta faltando demasiado a clases por una complicación que le surgió en el brazo.
  Océano volvió a dirigir la vista hacia su interlocutor con una mirada cansada. Suspiró.
-Esta mañana Maribel me contó la historia de Sean. Al parecer, de niño su madre lo llevaba consigo al trabajo, y en una de sus corridas por los pasillos de la biblioteca, chocó con una de éstas, la que se le cayó sobre su brazo derecho.
  Al decir estas palabras Océano se agarró su brazo como temiendo que de un momento a otro se le desprendiera por arte de magia. Acto seguido descruzó las piernas y acurrucándose, las abrazó con sus dos brazos asomando apenas su cabeza por entre las rodillas.
-Él desde pequeño tocaba el piano como vos ¿Te acordás, Benja? -dijo señalando pensativamente el piano que estaba a unos metros de ella.- Y perdió el brazo de esa manera tan repentina. Se lo tuvieron que cortar, perdió mucha sangre.
  Benjamín alcanzó una caja de cigarrillos que se hallaba sobre las teclas del piano. Sacando un encendedor que tenia en el bolsillo, prendió un cigarrillo. Al ver expresión de Océano al encenderlo, se levantó de su asiento y abrió la ventana para dejar escapar el humo del cigarrillo. Dio una pitada y exhaló el humo hacia las frías calles. Luego se volvió a la chica que se encontraba a sus espaldas.
-Lo sabía, si, pero Sean nunca quiso que se supiese. Nunca le gusto ir dando lástima entre la gente. Además, todo lo que le pasó no le hizo desistir ni por un momento de lo que el ama, que es la música. Luego de salir del hospital,-tosió-  con su mano sana, siguió perfeccionándose con un profesor particular y por sus propios medios.
-¡Qué trágica es la vida a veces!- Océano se abrazó con mayor intensidad las piernas- ¡Qué fuerza!
  Benjamín volvió a darle una pitada a su cigarrillo, pero al ver que el humo seguía fastidiando a la chica, optó por arrojarlo a la calle y fumar más tarde.
  Apoyándose en el ventanal, se irguió  y giró. Con Océano ahora delante de él, se cruzó de brazos y la miró en una mezcla de compasión y ternura.
-¿Qué miras?- La expresión de Océano ahora parecía divertida.
-Nada, tu compasión es abrumadora a veces.- Sonrió y volvió a aclarar.- A veces.
  La chica deshizo el lazo que había formado con sus  brazos y, apoyándose en sus extremidades se acomodó en el sofá. Levantó la cabeza y apiló sus manos debajo.
  Benjamín retomo su lugar en el sillón con las manos perdidas sin un cigarrillo que sostener. Apenas sentado, se volvió a levantar para ocupar el taburete delante del piano.
-No de vuelta esa melodía de la película francesa que tanto te gusta. Ya me saca de quicio.
  Con las manos preparadas sobre las teclas, Benjamín se encogió y rió.
-Quedate tranquila Oce, nada más estoy aburrido.
 


-¡Estuviste espléndida, amiga mía!
-¿De verdad creés eso? ¡Estoy tan feliz!
  Océano abrazó a su amigo por el cuello mientras éste la rodeaba por la cintura. La entrada del teatro se veía atestadísima por el gran contingente que se desparramaba por las avenidas de la ciudad.
  Un hombre de baja estatura y vestido de traje interrumpe a la pareja  que ya comenzaba a soltarse.
-Discúlpenme, ¿Usted es la señorita Océano Funes de la Torre?
  Océano abrió sus ojos intentando descubrir como aquél extraño podría haber descubierto su nombre.
  Como adivinando la pregunta en sus ojos, el extraño responde:
-Esta escrito en el folletín del ballet.
-Ah, claro.
  A la chica se le empezaron a colorar las mejillas mientras su amigo reía entre toses.
-Mi nombre es Gerardo Casas, y estoy interesado en hacerle unas cuantas ofertas en cuanto a su oficio.
-Dígame.- La voz de Océano parecía nerviosa pero segura.-
-Perfecto. Al teatro le interesaría ofrecerle algunas funciones más a esta que parecía ser la única que iba a presentar, dado el éxito que produjo entre el público.
-Muchas gracias, me parece una oferta interesante…
-Pero esto no termina acá, una compañía amiga está interesada en ofrecerle un contrato para danzar ante unas tribunas dos, ¡qué digo dos! ¡Tres veces mayor a la de este teatrito!
  A todo esto, Océano había pasado de la euforia  absoluta a la desconfianza.
-¿Cómo  puedo fiarme de sus palabras?
-Simplemente porque soy el representante de la empresa que me contrata, aquí le dejo mi tarjeta para poder hablar luego más tranquilamente.
-Muchas gracias, nos vemos.
-Adiós.
  En ese momento, Benjamín, que se había dedicado a contemplar el brillo de un cigarrillo encendido entre sus dedos, habló:
-Deberías estar contenta.
-Y lo estoy, eso creo…
  Océano se rascó la cabeza y miró a su alrededor.
-Quiero volver a mi casa.
  Benjamín contemplaba atentamente a la chica que parecía ansiosa. Cuando Océano lo miró a los ojos, rió.
-Parece que todavía no caes en la suerte que te tocó.
  Océano le sonrió, pero esa sonrisa no le llegó a los ojos.
-Tenés razón, estoy un poco confundida.
-¿Querés que ir yendo en un remis?
- No, dejá, me tomo un taxi. Quiero pensar bien que voy a hacer. Además me siento un poco cansada por el show. Mañana nos veremos, adiós.
-Adiós.
  Lentamente, Océano caminó hacia el cordón de la avenida, donde paró un taxi que se detuvo frente a ella.
  Con una sonrisa en los labios dirigió un saludo al chico que la miraba ahora despreocupadamente desde la entrada del teatro.
  Océano le gritó algo que no llegó a entender, pero que lo tomó como un saludo. Acto seguido Ola chica se introdujo en el taxi y cerró la puerta del coche que ya empezaba a avanzar.
  El muchacho, ahora solo, se dedicó a pasearse por la vereda hasta encontrar alguna remisería para pedir un coche. Se abotonó el abrigo mientras miraba despreocupadamente las vidrieras de los negocios que comenzaban a cerrar.



   Un timbre suena en alguna parte. Benjamín se levanta en ropa interior y corre a atender el teléfono que ya había sonado un par de veces. En la carrera tropieza con la mesita y tira el teléfono que estaba sobre ella. Rápidamente toma el auricular y habla.
-¿Hola?
-¿Benja?- Una voz triste le responde, una voz pegajosa, que se oía a mucosidad y lágrimas.
-Hola Sandra ¿Qué contás?
  Al otro lado del auricular, se oía como alguien se echaba a llorar.
-Sandra, ¿Qué pasó? No entiendo nada.
-Esta mañana encontraron el cuerpo de Océano sobre la cama sin vida. Se había cortado una pierna con una cuchilla; perdió mucha sangre. Nadie escuchó nada.
  Como venido de otro planeta y repentinamente anormal, se escucho el ruido del teléfono al cortar desde el otro lado.

sábado, 20 de agosto de 2011

Salinger, un escritor del realismo fantástico.

(...) me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura.

The Catcher in the Rye (1951)




Estaba en la sección de carnicería, esperando a que me cortaran unas chuletas de costilla de cordero. Junto a mí, estaban una madre joven y su hijita. La niña tenia cuatro años, y, para pasar el tiempo, se apoyó en el cristal de una vitrina y se puso a mirar mi rostro sin afeitar. Le dije que era la chica más guapa que había visto en todo el día. Ella lo encontro razonable y asintió. Le dije que seguro tenía muchos novios. Volvió a asentir. Le pregunté cuantos novios tenía. Ella levanto dos dedos de una mano. "¡Dos! -dije-, son muchos, ¿cómo se llaman, monina?" Ella contestó, con voz chillona "Robertita y Dorotea". Cogí mis chuletas y me fui corriendo, Éste es el verdadero motivo de mi carta, mucho mas que la insistencia de Bessie sobre tus estudios y el teatro.

Franny and Zooey (1961) 






-Señorita Carpenter. Por favor. Yo sé lo que estoy haciendo -dijo el joven-. Sólo ocúpate de ver si aparece un pez banana. Hoy es un día perfecto para peces banana.
-No veo ninguno -dijo Sybil.
-Es muy posible. Sus costumbres son muy curiosas. Muy curiosas.
Siguió empujando el flotador. El agua no le alcanzaba al pecho.
-Llevan una vida muy triste -dijo-. ¿Sabes lo que hacen, Sybil?
Ella meneó la cabeza.
-Bueno, te diré. Entran en un pozo que está lleno de bananas. Cuando entran, parecen peces como todos los demás. Pero una vez adentro, se portan como cochinos. ¿Sabes?, he oído hablar de peces banana que han entrado nadando en pozos de bananas y llegaron a comer setenta y ocho bananas -empujó al flotador y a su pasajera treinta centímetros más cerca del horizonte-. Claro, después de eso engordan tanto que no pueden volver a salir. No pasan por la puerta.
-No vayamos tan lejos -dijo Sybil-. ¿Y qué pasa después con ellos?
-¿Qué pasa con quiénes?
-Con los peces banana.
-Bueno, ¿te refieres a después de comer tantas bananas que no pueden salir del pozo?
-Sí -dijo Sybil.
-Mira, lamento decírtelo, Sybil. Se mueren.
-¿Por qué? -preguntó Sybil.
-Contraen fiebre bananífera. Es una enfermedad terrible.



A Perfect Day for Bananafish (1948)





sábado, 13 de agosto de 2011

Bariloche

  Bariloche... ¿Qué se puede decir?
El país de la euforia...
 Mientras todos estan bailando en el boliche, yo decidi faltar una vez. Y no pude evitar el necesitar escribir.
Se preguntaran por que no estoy viviendo el momento. Aqui y ahora estoy escuchando Sumo en una de las selecciones que deben gustar al que pone la música, pero la que se ve castrada cuando esta el grueso de la gente...
  El que pueda hacer este viaje, no se lo pierda por nada.
Es la libertad absoluta,
es el pasear por los pasillos a las cinco de la madrugada saludando a todo el que se te cruce,
es ir de una habitación a otra gritando y molestando,
es hacer el amor sin que la idea del tabú se cruce por la mente,
es poder ir a algún lado,y de repente cruzarte con un desconocido que te invita a tomar mates y donde surgen miles de historias nuevas...
  No es solo bariloche con sus espléndidos paisajes y sus diversiones de mediodía.
Es sentir la cordialidad en el aire,
el gusto a libertad,
el olor a sexo,
la melodía que se escapa de cada habitación,
el rayo de armonía en el ambiente.
  Estoy convencido de que el 80% de las anecdotas y recuerdos se dan en el hotel.

Lo demás es negocio.

martes, 9 de agosto de 2011

La noche es herida por una única luz amarilla.
                               y en el momento de los mudos, espero en vela,

espero....
                                        No sé que espero...

Mientras los perros buscan el calor de un sol
 y mientras los gatos hacen el amor, espero despierto,

espero...
                                                    Me gustaría saber que espero...

Cuando los árboles callan y observan el silencio
y la luna habla de relojes muertos, espero levantado,

espero...
                               Aún no se que espero....

Los párpados festejan el entierro de un oráculo,
sin saber que mañana
será profanado por las llamas.

En el universo no hay espacio para la resurrección.

miércoles, 3 de agosto de 2011

reloj de plástico
mi reloj de números gastados
que atrasás
que gastas pila

no sos un reloj solamente

que decoras
decoras de una manera agresiva hacia tu entorno

especial    genial         magistral

en las noches en vela
Es Distinguible
VulGAR
ME acompAÑA
mE DESvela
AÚN mÁS

PORQUE....
porQUE...
porque...

hace  ruido
Uno a uno los hermanos son empalados en el Pino Desnudo.
Uno tiene una antena en su mano,
otro una pantalla,
el otro palabras tatuadas en la piel...




El último tiene la figura de un hombre dormido...
El segundero gira en una espiral que le da cada vez mas tamaño.
Cuando razgue las cuerdas que ejecuta el reloj

nos decapitará a todos

y sonará el acorde perfecto...
Al verdadero escritor no le bastan los márgenes;
deberá concluir su poema
por mas que el punto final lo tenga que grabar en su propia pupila

de obsidiana.
Oscuridad,

la noche clama por el silencio de una pluma.
Miles de instrumentos pequeños invaden la mesa...

El no describirlos me otorga la seguridad del silencio de mis objetos.
El niño se divierte;
une las palmas de sus manos
entrelaza sus pulgares
y arquea sus otros dedos.


                                 
Una araña ha muerto en algun lugar...

sábado, 30 de julio de 2011

Amar como la polilla.

El verdadero amor es el de las polillas;
sabiendo que en la oscura noche no hay sol,
vuela besando el cristal
que le quema los labios y le incendia las alas...

Esta misma noche muere preñada de un farol.

lunes, 18 de julio de 2011

Me río del respeto.

  Esta vez no. Hoy no voy a poetizar, ni ser retorcido, ni explicarme de una manera más profunda y estética.
  Hoy voy a ser directo, hoy voy a decir las cosas como son.
  Estoy cansado de que me digan que soy un cerrado por decir que el reggeton y el electro son una mierda, que no me interesan ninguna de las bandas que se forman y que escucharlo no sólo no me interesa sino que me molesta.
  ¿Por qué cerrado? ¿Por no querer escuchar una música que esta en todos lados? Claro, es muy fácil decir que el otro es cerrado cuando la música que a uno le gusta suena en la radio, en la televisión, en los celulares y en los autos. Pero no es tan fácil si en el único lugar en que uno puede escucharla es en su casa cuando esta solo, o bajito porque molesta. ¿Acaso eso no es lo mismo? ¿El "molesta" no es exactamente lo mismo que decir "es una mierda"? Quiero verlos a todos en una sociedad en la que se escuche lo que a mi me gusta a ver si todos somos tan abiertos. O, ¿Quién sabe? Quizás estan tan rendidos a lo que les dan que hasta les guste...
  Me dicen que soy cerrado, pero creo que soy mucho más abierto que todos ellos. Poque puedo escuchar música como tango, jazz, blues, clásico y un montón más de géneros con una mirada abierta y libre.  En cambio, veo que ellos, los "abiertos" solo escuchan su música y se revuelven en los vómitos que les regala la radio sin molestarse en "cerrarse" un poco a otros géneros.
  Francamente, y me río del respeto, me parece que si una persona tiene un poco de gusto musical, no escucha la música de la radio, al menos la mayoría de esa música.
  Y dirán que soy un cerrado por no escuchar esa música, pero ellos con su mirada abierta nunca van a lograr ver mas allá del mainstream.

lunes, 11 de julio de 2011

Felicidad

 Quisieron envenenarlo,
pero él era el antídoto.
Quisieron acuchillarlo,
pero él era hierro forjado.
Quisieron seducirlo,
pero él era la mujer.
Quisieron sobornarlo,
pero él era el dinero.
Quisieron abusarlo,
pero él era el sexo.
Quisieron incinerarlo,
pero él era el sol.
Quisieron dominarlo,
pero él era el látigo.
Fueron mas allá de sus mentes y quisieron buscarlo,
pero no existía tal dios.

miércoles, 6 de julio de 2011

Paloma

  El día era fresco, pero el sol brillaba hondamente sin ninguna nube que entorpeciera su totalidad. Una mujer miraba distraída la inmensidad de los árboles sin darle mucha importancia.
  La chica se adentra en las galerías de la plaza; desde la esquina entra por uno de los pasillos custodiados por dos grandes pinos.

-¿Qué nombre le vas a poner?

  A un lado tierra, al otro, pasto. Nada la apuraba a llegar a ningún lado. Aprieta fuertemente el brazo de un oso de peluche cuya presencia no puede olvidar. Un oso blanco, con una mirada indiferente, unas orejas pequeñas y paradas, y con un vestido azul de tela. Intenta...

-No sé, ahora no se me ocurre ninguno...

  Por momentos le costaba mucho saber por qué estaba ahí, pero luego recobraba la certeza de a donde se dirigía.

-A ver, busquemos una palabra al azar del diccionario.
-Probemos...

  El oso se balanceaba al compás de sus brazos, con su -siempre dispuesta- cálida sonrisa. Cada vez sujetaba el brazo del muñeco con menor fuerza, en un intento de aislarse del recuerdo.

-Mmhh, ¡Flechilla!
-Nooo, es horrible ese nombre.
-Bueno ¿Y entonces?

  En uno de los lados del camino, ve un banco de madera. Sin cambiar la velocidad, se dirige lentamente y se sienta. Apoya al oso contra el respaldo del asiento y se mira sus piernas tan quietas.

-Me gusta paloma...

  Una lágrima humedece su pantalón. Apoyando los codos en sus piernas oculta su rostro tras sus manos que la cubren del frío y la consuelan.

-¿Paloma flechilla?
-No, Paloma solo.
 
  Después de un momento en el que el recuerdo vuelve a su cabeza como un puñal, decide e intenta no sufrir.
  Secándose los ojos se levanta y, sin volver la vista, se dirige hacia la salida volviendo sobre las pisadas que minutos, horas, semanas o años antes había recorrido.

-Bueno, entonces queda ese nombre, Paloma. ¿Te gusta?
-Si... Paloma.

Un oso abandonado en un banco. Y una tristeza que dieron a luz.

lunes, 4 de julio de 2011

Soplando.

Buscando
frágil bebida que embriagaste en una dulce época
mi cerebro cristalizado encerrando mis pensamientos,
hace meses.

Ahora,
en cajones llenos de un crisol pseudo-artístico,
una avalancha de libros entre los que busco pedazos de corazón.
Hojas embebidas en música y un tango
que en el fondo del cajón guardado estaba,
No te encuentro.

Jirones de viento;
el huracán era mi única posibilidad de ver
en una centrífuga visión que duplique el mundo
que me provoque las náuseas tan ansiadas
      y el dolor
                             y la exitación
                                                            y el alivio
que produce v
                     o
                      m
                        i
                        t
                        a
                       r tantas noches en vela.

Pensé que el viento habia cesado;
la humillación de ser                                un mero remolino
s o  p    l     a      n       d         o   .   .    .
para dar un ultimo suspiro al huracán que creí muerto.

Pero estaba en el ojo de mi tormenta
Mi tormenta tan querida...
no podría vivir en la paz de un sol primaveral,
¿Será un eterno volver cumplido?
¿O acaso el ojo del huracán será tan grande
                                               que el viaje de retorno...











no morirá jamas?

jueves, 30 de junio de 2011

I Will


He aquí "I Will" uno de los temas más sensibles de Radiohead. Buscando por la red lo encontré y  sinceramente debía subirlo. Mezclado al final con trozos de "Apocalipsis Now" una película digna de verse.

lunes, 27 de junio de 2011

Una mujer

Una carrera infinita de dos esferas
que se suicidan desde dos planetas paralelos
y que cargan toda la rabia del cosmos.

   Un teléfono suena sin parar. Piernas de mujer sacuden el polvo de las ceramicas heladas por el viento. Los pies, casi sin una nota de sonoridad caminan cansados; caminan a la habitación y hacia la cocina, pero no dudan en no dirigirse hacia el teléfono, que suena por cuarta o quinta vez.

Serpiente sobre arena rosada
que murió un día en mis ojos
un cadáver que no se puede disolver
y que drena mi alegría y me trasforma.

  Un ramo de flores espera sobre el jardín a ser recogido. Pero ya pasaron muchas horas: el rojo de las rosas comienza a volverse viejo y una flor comienza  a sangrar. Unos tibios ojos contemplan el ramo desde la ventana.

Cigarrillo en la oscuridad,
una inhalación desesperada,
que intenta inútilmente
ser el último suspiro de vida.

domingo, 26 de junio de 2011

Ahora si.

Casi un hombre, 
casi un maricón,
casi un músico, 
casi un farsante,
casi un escritor,
casi un soberbio,
casi un lector, 
casi un necio,
casi un estudiante,
casi un exiliado,
casi...
Podría definirme de muchas maneras, 
pero casi... 
Querría ser algo, 
pero casi... 
Solamente soy un poco mas que vacío, pero casi nada.

Aún no.

Escribir... hace mucho que no me "sentaba" a escribir, digo sentaba pero en realidad me acuesto a escribir, en mi cama, plagiada de emociones y sentimientos. No se a que quiero llegar, pero se que tambien esta vez no voy a llegar muy lejos. El simple hecho de escribir me da fuerzas y, el hecho de ver a mi blog tan abandonado me entristece.
 Pero este mes me abandono la poesía, no hay nada que me provoque ánimos de escritor.
 Pero escribo, escribo porque si no siento que se me escapan las letras y no voy a redactar más. ¿Cuál va a ser la proxima ola que desnude de tal manera mi alma que pueda leer mi espiritu tiritante?

sábado, 11 de junio de 2011

Tres haces(de haz pero no de hacer, el que se refiere a la luz).

I

Vasos vacíos se unen
En poemas y canciones (carenciadas)
Aunque Vicentico no lea a Pizarnik
Ni Alejandra haya escuchado a los Fabulosos Cadillacs.

II

¿Cuánto tardará en caer la pluma de un cóndor arrojada desde el cielo?
     Sentado en la plaza; busco la forma de esconder mis pesares muchos.

III

Veo las montañas y me gustaría subirlas de dos zancadas.
Veo los lagos y me gustaría cruzarlos caminando.
Veo los caminos y me gustaría recorrer todas sus ramas.
Veo los árboles y me gustaría poder danzar en sus copas.
No se deberían juntar los deseos de un inmortal con el cuerpo de un ser perecedero…
Neuqén y mis pies se pueden ir a la mierda.

jueves, 9 de junio de 2011

Ojos de madera.

Un ensueño de estrellas lejanas
En vaga ansiedad de sangre de helio
Una ansia de luces fugaces que estallen
Y una realidad de fuego en implosión.

Esa implosión,
Resguardada por miles de ojos de madera.

Millones de mesas de miles de ojos de madera
Una luz que se apaga junto a mis libros.
Escondo mi rostro corrompido junto a los escombros,
Son las brisas que atraen a los carroñeros de vómito rojizo.

Nada es visible en un mar de estrellas que dan sombra
La luz solo la posee el escritor y el comerciante
Mis ojos oscurecen con una noche de humo y calambres
Es hora de descansar,
Mañana a las seis, nazco de raíces rojas.

miércoles, 8 de junio de 2011

Lágrimas de mi árbol

El primer alarido del musgo que florece,
sembrando desilución por unos campos vírgenes,
que seca la tierra húmeda por las lágrimas de mi árbol.
Por más que lo intenten, siempre algo esta mal, nada esta bien.
Siquiera resignando a hacer lo que más quieran solamente...
La primera decepción de un niño consiste en descubrir la imposibilidad de hacer a su madre feliz.

martes, 7 de junio de 2011

Seres sin vida o como hacer una ilusión infantil morir, o sea que el cuento trata de generar una decepción en el niño o no.

Vamos a hablar de ellos, primeramente diciendo que "ellos" son anónimos, diciendo que son miles, millones, pero que pertenecen a otro mundo muy paralelo al de nuestro sueño.

  "Ellos" están desde siglos antes de que su amo despierte, desde antes que el dilema del huevo y la gallina exista, desde antes que suene nuestro despertador.

  "Ellos" están en todas partes, pero donde más abundan es donde saben que no vamos a ver; y no, no es abajo de las alfombras, donde cualquiera, al leer este cuento, comenzaría a buscar, si no que en lo mas hondo de la tierra.

  Estos seres trabajan desde antes de que el mundo vuelva a ser mundo. La misma Tierra no sería Tierra si ellos no estuviesen; ellos dan cuerda a la gigantesca caja musical para que siga rotando, muchos de ellos soplan todo el día a través de sus ventanas, algunos limpian con mangueras desde arriba(desde el cielo),  otros mueven una caña con un anzuelo enorme de oro, y cuando terminan con ese trabajo, antes de volver a sus nidos, pintan el cielo con manchas blancas y, casi siempre, a alguno se le cae el balde de pintura.

  Estos seres no recuerdan lo que es vivir, solo existen para ser usados, ser esclavos. Pero eso nunca los detiene a cumplir su misión, lo que les da sentido a su vida, lo que los hace no sentirse muertos.

jueves, 26 de mayo de 2011

La sonrisa de la M[ed]usa

a Débora 

La frente cargada de melancolía,
pensando el amor como una operacion matemática,
desesperás...
calculando en tu cabeza
                                        en un equilibrio que no existe
volves al limbo de las lágrimas.

                                             Recordando esa sonrisa,
yo                                         (como la que tuviste siempre),
busco ver en la máscara que  te cubre
los días que le                        negaron su presencia.

Excitado en la percepcion
de una curva en la comisura de tus labios,
limita el mundo pero lo hace mas profundo.

musa que inspira mis poemas,
musa que da vida a un sentimiento,
medusa que transparenta emociones vagas de profunda encriptación,
medusa que me abraza en una eterna descarga eléctrica,
que me hiere,
que me da vida.

domingo, 15 de mayo de 2011

Polvo

  Un hombre se encuentra en la esquina de algún lugar. Una mujer se acerca y lo mira fíjamente. Es de noche.
  El silencio se mantiene mientras la mujer lo mira y el hombre la desvía.
  Sin tiempo de mantener el ritual de una primera conversación, se dirige al hombre:
-La ciudad está desapareciendo.
 El hombre la mira, le analiza el gesto de la cara, los labios y responde:
-No entiendo de qué estás hablando.
-Los edificios son como polvo en el viento, a pocas cuadras de acá.
  El hombre enciende un cigarrillo y observa atentamente como se aviva el fuego a cada pitada.
-No tengo motivos para creer lo absurdo de tu comentario, ni siquiera se quien sos.
- Eso no es demasiado importante ahora, en la fuga está el descenlace.
-¿Qué descenlace?
  El matiz que toma la situación es muy extraño, el hombre no es capaz de asimilar la ficción de la narración. La comprensión de lo que la mujer está diciendo se vuelve complejo por lo que la mujer introduce un elemento importante en el cuento:
-De la corta historia. Te repito que no hay tiempo.
  El hombre se siente intimidado por la mirada de la mujer y se dedica a observar su cigarrillo. Da una larga pitada y eleva la cabeza para exhalar el humo que comienza a dirigirse al cielo.
-No puedo huir así como así, estoy esperando a alguien.
-Seguramente ese "alguien" desapareció en el nudo, solo estamos vos y yo.
-¿Nudo?¿Historia? Tiene todo muy poco sentido...
-Tu realidad es muy poco elevada, sos tan solo un efímero vestigio de una esquina en algun lugar, fumando, pensando que espera un "alguien" que no existe, que nunca será descripto, que fuma un cigarrillo sin tabaco, apagado, en una esquina etérea de una noche sin luna. El descenlace está a pocas líneas y el viento cerca. Sólo queda escapar, tenemos que correr, no importa el motivo. La ciudad se nubla de polvo y somos los únicos habitantes que no huyeron o se disolvieron.
  Nada encaja para el hombre, que empieza a transpirar y a agitarse. Su mente trabaja a gran velocidad, más tarde buscaría las respuestas que no existirán sin otra historia. Con una nota de pánico en la voz respondió:
-Huyamos, no comprendo demasiado lo que sucede, pero ya no me quedan motivos para estar acá.
  Asi, los dos ultimos habitantes escapan de la anciana ciudad.
  Una rafaga de viento desnuda la esquina,desde donde no se llega a vislumbrar el fin del relato.

lunes, 9 de mayo de 2011

El viaje..

Desde un tren que viaja por el mar,
en una inmensa agua de inundación,
dos vagones solitarios con una niña solitaria,
que baila el vals de la emoción.
Amo la niña de rodillas lastimadas,
su desamparo es más puro que el primer vuelo del ave,
sus lágrimas, más transparentes que su corazón.

De pronto una casa, una isla marcada por las luces del día. Las hojas ejecutan los rayos del sol despidiendo melodías de fogón desde la orilla junto a un árbol que ya no da sombra.
La casa en el centro de la isla esta poblada por seres que no podemos ver, pero esa imagen me abruma y me hace bajar del tren.

Quisiera llegar a la casa del sol, pero me ahogué en el oceano.
La casa sigue intacta, ese alguien en la incógnita y yo me pudro en el fondo junto a las piedras, pensando en la soledad de la casa, del árbol y del sol.

domingo, 1 de mayo de 2011

En esta noche, en este mundo.

en esta noche en este mundo
las palabras del sueño de la infancia de la muerte
nunca es eso lo que uno quiere decir
la lengua natal castra
la lengua es un órgano de conocimiento
del fracaso de todo poema
castrado por su propia lengua
que es el órgano de la re-creación
del re-conocimiento
pero no el de la resurrección
de algo a modo de negación
de mi horizonte de maldoror con su perro
y nada es promesa
entre lo decible
que equivale a mentir
(todo lo que se puede decir es mentira)
el resto es silencio
sólo que el silencio no existe

no
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?
en esta noche en este mundo
extraordinario silencio el de esta noche
lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve
¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible

sombras
recintos viscosos donde se oculta
la piedra de la locura
corredores negros
los he recorrido todos
¡oh quédate un poco más entre nosotros!

mi persona está herida
mi primera persona del singular

escribo como quien con un cuchillo alzado en la
oscuridad
escribo como estoy diciendo
la sinceridad absoluta continuara siendo lo imposible
¡oh quédate un poco más entre nosotros!

los deterioros de las palabras
deshabitando el palacio del lenguaje
el conocimiento entre las piernas
¿qué hiciste del don del sexo?
oh mis muertos
me los comí me atraganté
no puedo más de no poder más

palabras embozadas
todo se desliza
hacia la negra licuefacción
y el perro de maldoror
en esta noche en este mundo
donde todo es posible
salvo
el poema

hablo
sabiendo que no se trata de eso
siempre no se trata de eso
oh ayúdame a escribir el poema más prescindible
el que no sirva ni para
ser inservible
ayúdame a escribir palabras
en esta noche en este mundo


 Alejandra pizarnik (Los pequeños cantos, 1971)

domingo, 24 de abril de 2011

El occidente

El brazo cansado de señalar el occidente,
desde la cima de una montaña Él señala.
con un halcón aferrado a su brazo, responde con una mueca de dolor.
Está cansado pero señala, igual señala el occidente,
si hasta el hielo le perforó los pulmones siempre respirando el occidente.
Laz zarpas del ave ya no lastiman su carne,
es que se apoyan sobre su hueso desnudo apenas cubierto por la sangre que se coaguló siempre palpando el occidente.
La nieve golpea su cara, se mete debajo de sus párpados,
y ya le cristalizó los ojos, siempre mirando el occidente.
Sus timpanos destrozados por el frío, curtidos y sin vida oyen, siempre oyen el occidente.

 Mas ya no sabe dónde esta el occidente, pero ya no podría vivir por nada más.
La vejez y el recuerdo de la oportunidad de volver le hacen mal.
Ya no le queda más tiempo pero señala el occidente,
regresa...

jueves, 21 de abril de 2011

Ya no ser la vida.

Y una mariposa que descansa,
sobre la oscuridad de la noche.
Pero tiene sombra,
la mariposa en el cénit de una noche sin luna, proyecta una sombra.
La sombra parece una carrera de acuarelas,
los colores danzan alrededor de la mariposa, le cantan.
la mariposa no remonta vuelo, inmersa en suproyección.
la proyección está inquieta, desborda y hecha a volar.


La sombra es la mariposa, y la mariposa una proyección de vos mismo.

domingo, 17 de abril de 2011

Dejame escribir el poema mas auténtico,
que no se reduzca nada mas que sí mismo,
Escribiendo sin llegar a ninguna conclusión, con relatos reales de lugares  fantásticos.
Dios otra vez logro salir de la máquina para salvarnos a todos,
por eso dejame escribir,
sobre la mundanidad mas vulgar, ser capaz de encantar con palabras hasta el ser más frío, quiero escribir sobre una flor, sobre otro día que volvi a ver salir el sol...
Sobre lo maravilloso de soplar un diente de león, de hacer equilibrio sobre una viga, sobre mojar una medialuna en el café, ¿Será que somos tan poco auténticos que nos asusta hablar de nosotros mismos?
Me falta la capacidad del asombro, quiero hacer el relato más inservible, más auténtico,
hacer llorar por el marchitar de una rosa, sonreir por el secreto de la nuez
¿Por qué no escribir sobre este cosmos?
Miles de libros leidos, cientos de películas vistas, y ningun relato de este mundo.

¡Ah!

Arrastrándome por las escaleras,
miles de máscaras adheridas a la piel,
cantaban,
¡Ah el perfume de la muerte!
nadie escapó vivo,
lentamente como un vudú,
acuchilé a cada persona del lugar,
y la sangre que se coagulaba sobre sus efímeros rostros...
que dicha, ver la piel del cuello como queriendo abrazar al mundo,
y el vómito repentino de la sangre,
¡Que sed!
el hambre solo saciado por el hambre.
El cuchillo sigue afilado,
como mis ansias de asesinar.

sábado, 9 de abril de 2011

No entendí.

Nunca voy a comprender el cerebro humano. Las emociones son tan raras, las reacciones del cuerpo tan hinóspitas que nunca sabemos como podemos reaccionar ante las cosas.
  Hoy volvi a ver El extraño mundo de Jack despues de mucho tiempo. Al llegar a la parte en que Jack vuelve al pueblo después de intentar ser Santa Claus me puse a llorar. Si, yo tampoco ententí. Me empezaron a caer lágrimas y hasta ahora no entiendo por qué.

lunes, 4 de abril de 2011

Tango

A Sofi.

Un surco que dejo el pasado,
un decenio desde el salir del nido,
que estropeó esta joven golondrina.

Y un tango viejo,
me contó la historia de mi vida, despacito,
como pisando fuerte una a una las llagas vivas de mi carne.

Y apareciste vos,
en un callejón que recuerdo bien,
me contaste que la pasabas mal,
que te "absorbia" dijiste.
 
Y yo, borracho,
te conte todas mis penas,
que estaba solo, siempre solo...

No tuve motivos de desconfiar,
pero igual te maté,
con un cuchillo lentamente,
surcos rojos en tu vestido
y feliz, solo, siempre solo,
me alejé de las calles de Buenos Aires,
rumbo a las luces de otro viejo amanecer...

jueves, 31 de marzo de 2011

Hoy no.

No, hoy no estoy inspirado. Yo me pregunto ¿Por qué ayer 8 entradas en 15 minutos y hoy ninguna? ¿Por qué tantas ideas y tan poca elegancia?
Evidentemente no. Hoy no estoy inspirado. Salen palabras crudas si, pero miro hacia arriba y digo "¿Qué es esto?¿Qué clase de basura es esto?" Y otra vez borro toda la entrada, y la ventana en blanco, y promesas de poemas que quizás nunca acudan.
En realidad, no. Hoy no estoy inspirado. Por mucho Spinetta que escuche, no me va a entrar nada de su genio en mi cabeza. O si, pero simples plagios. Entonces ¿Qué escribo? Nada, escribo sin escribir. Escribo como para no aburrirme, escribo para no desilucionarme.
No, hoy no estoy inspirado.

viernes, 25 de marzo de 2011

Como pájaros reales sin matices,
como albatros espacial,
nosotros pertenecemos a la marginación,
mi mente y yo nos refugiamos en la música.

Estoy cansado de escribirle a la madre tierra,

¿Por que lamés la sarna del muerto?
¿Por que se abrieron ante la caída del ignorado? Písalo hipócrita, más inestable esta su corazón hinchado de tristeza,
En la poesía no existen los instrumentales,
se escribe a capella.
Hay abismos más grandes que otros.

lunes, 14 de marzo de 2011

Todo parece evaporarse en una nube de metal,
no quiero dejar de respirar
pero mi cuerpo se hunde en la eternidad
mientras que el plomo circula por mis venas aleadas.
Sangra pájaro de papel,
sangra sobre el asombro de los fríos,
es que nunca tu desgarramiento les produjo angustia alguna,
siempre te vieron por televisión.
Fuego que brota de una mente sin sentimientos,
como gusanos hambrientos sobre pájaro desangrado.
No te olvides de cerrar la persiana,
esta noche llueven...
llueven...
Lloverá la tierra sobre el vacío.
Esa mueca a la que aspiro,
solo un cáncer nos hace ver distinto,
los ojos portan el conocimiento del ignorante,
los libros son como puertas para huir.
Las palabras surgen de las grietas de la madera,
el escritorio se rompe a pedazos,
la carga de portar una cabeza que conoce demasiadas verdades,
los hace huir de los necios hacia el suicidio.
Como una triste sonata de abuso,
canto versos comidos, mastico,
palabras reverso salen de la boca mía,
es el ansia de un piano frontal lo que nos aguarda,
somos cristales que solo pueden destruirse.
 Arqueando su repentina blancura,
el monstruo de las mil danzas,
da la bocanada ultima de su existencia.
El ser posee una hermosura surreal,
tiene axilas de mujer.

viernes, 11 de marzo de 2011

Wish you Where here.

Así que, así que crees que puedes distinguir el paraíso del infierno,
cielos azules del dolor
¿Puedes distinguir un campo verde de un frío raíl de acero? Una sonrisa
de un cumplido,
¿Crees que puedes distinguir?

Y ¿Consiguieron transformar tus héroes por fantasmas? ¿Cenizas calientes
por árboles?
¿Aire caliente por brisa refrescante? ¿Confort frío por cambio?
¿Y canjeastes participar en parte de la guerra por un papel principal en
una jaula?

Como desearía, Como desearía que estuvieses aquí.
Somos solo dos almas perdidas, nadando en una pecera, año tras año
Corriendo sobre el mismo viejo suelo. ¿Qué hemos encontrado? Los mismos
viejos miedos
Ojalá estuvieses aquí

(No, no puedo distinguir nada, pero la soberbia me hizo pensar que si. Ojalá estuvieses aquí, necesito tu perdón.)

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuchillos de colores.

Nuevas tristes sobras grises.
No mas mares  violáceos,
no mas astillas de truenos.
Las casas aúllan,
                                      Todo tiene un origen
las camas tapan a los jabalíes tormentosos,
solo caminar me otorgaría el resplandor.
De noche juego a que la vida me regala cuchillos,
malabares que curten mis manos.
Una poción que me alargaría la espera.
                                                                  De verte llegar.
A mi lado solo un gruñir, de pétalos de rosas, mientras que uno por uno voy desangrando la flor;
"¿Me quiere?" el polen se enceguece por el sol. "¿No me quiere?" La mutilación deja a la rosa calva y a un corazón lleno de espinas.

Sola

sábado, 5 de marzo de 2011

Derrota.

Aullando como dentro de un infierno forestal,
bajo un halo de tela verde.
                                                    Grito,
     me corrompo

Emerjo del pantano
e interrumpo el hacer el amor de cuatro seres hermafroditas
y bailo una danza de resignacion
donde frases y poemas
se lanzan desde acantilados;
sus cadáveres son enterrados por el viento.


Entre los cinco cantamos loas a la luna llena;
que es invisible, que no existe.
Un cuerpo sin vida que desnudo está, desposeído.
Figuras negras pueblan las fronteras:
tienen  la palabra humillación escrita en sus rostros.



Dedicado a los que me leen y a mi blog, que cumple hoy 2 años, 3 meses y 26 días.

martes, 1 de marzo de 2011

Elogio de la Dificultad

Hay libros arduos cuya lectura se parece a un martirio. Conquistarlos, sin
embargo, depara la felicidad de las victorias secretas.

Cada vez que se habla de lectura, maestros, escritores y editores se apresuran a
levantar las banderas del hedonismo, como si debieran defenderse de una acusación
de solemnidad, y tratan de convencer a generaciones de adolescentes desconfiados y
adultos entregados a la televisión de que leer es puro placer. Interrogados en
suplementos y entrevistas hablan como si ningún libro, y mucho menos los clásicos,
desde Don Quijote a Moby Dick, desde Macbeth a Facundo, les hubiera opuesto
nunca resistencia y como si fuera no sólo sencillo llegar a la mayor intimidad con ellos,
sino además, un goce perpetuo al que vuelven todas las noches.
La posición hedonista es, por supuesto, simpática, fácil de defender y muy
recomendable para mesas redondas porque uno puede citar de su parte a Borges:
“Soy un lector hedónico: jamás consentí que mi sentimiento del deber interviniera en
afición tan personal como la adquisición de libros, ni probé fortuna dos veces con autor
intratable, eludiendo un libro anterior con un libro nuevo…”
Y bien, yo me propongo aquí la defensa más ingrata de los libros difíciles y de la
dificultad en la lectura. No por un afán especial de contradicción, sino porque me
parece justo reconocer que también muchas veces en mi vida la lectura se pareció al
montañismo, a la lucha cuerpo a cuerpo y a las carreras de fondo, todas actividades
muy saludables y a su manera placenteras para quienes las practican, pero que
requieren, convengamos, algún esfuerzo y transpiración. Aunque quizá sea otro deporte, el tenis, el que da una analogía más precisa con lo que ocurre en la lectura.
El tenis tiene la particular ambivalencia de que es un juego extraordinario cuando los
dos contrincantes son buenos jugadores, pero se vuelve patéticamente aburrido si uno
de ellos es un novato, y no alcanza a devolver ninguna pelota. Las teorías de la lectura
creen decir algo cuando sostienen el lugar común tan extendido de que es el lector
quien completa la obra literaria. Pero un lector puede simplemente no estar preparado
para enfrentar a un determinado autor y deambulará entonces por la cancha
recibiendo pelotazo tras pelotazo, sin entender demasiado lo que pasa. La versión que
logre asimilar de lo leído será obviamente pálida, incompleta, incluso equivocada. Si
esto parece un poco elitista basta pensar que suele ocurrir también exactamente a la
inversa, cuando un lector demasiado imaginativo o un académico entusiasta lanza
sobre el texto, como tiros rasantes, conexiones, interpretaciones e influencias en las
que el pobre escritor nunca hubiera pensado.
En todo caso la literatura, como cualquier deporte, o como cualquier disciplina
del conocimiento, requiere entrenamiento, aprendizajes, iniciaciones, concentración.
La primera dificultad es que leer, para bien o para mal, es leer mucho. Es razonable la
desconfianza de los adolescentes cuando se los incita a leer aunque sea un libro.
Proceden con la prudencia instintiva de aquel niño de Simone de Beauvoir que se
resistía a aprender la “a” porque sabía que después querrían enseñarle la “b”, la “c” y
toda la literatura y la gramática francesa. Pero es así: los libros, aún en su desorden,
forman escaleras y niveles que no pueden saltearse de cualquier manera. Y sobre
todo, sólo en la comparación de libro con libro, en las alianzas y oposiciones entre
autor y autor, en la variación de géneros y literaturas, en la práctica permanente de la
apropiación y el rechazo, puede uno darse un criterio propio de valoración, liberarse de
cánones y autoridades y encontrar la parte que hará propia y más querida de la
literatura.
La segunda dificultad de la lectura es, justamente, quebrar ese criterio;
confrontarlo con obras y autores que uno siente en principio más lejanos, exponerse a
literaturas antagónicas, impedir que las preferencias cristalicen en prejuicios, mantener
un espíritu curioso. Y son justamente los libros difíciles los que extienden nuestra idea
de lo que es valioso. Son esos libros que uno está tentado a soltar y sin embargo
presiente que si no llega al final se habrá perdido algo importante. Son esos libros
contra los que uno puede estrellarse la primera vez y sin embargo misteriosamente
vuelve. Son a veces carromatos pesados y crujientes que se arrastran como tortugas.
Son libros que uno lee con protestas silenciosas, con incomprensiones, con
extrañezas, con la tentación de saltear páginas. No creo que sea exactamente un
sentimiento del deber, como ironiza Borges, lo que nos anima a enfrentarnos con ellos,
e incluso a terminarlos, sino el mismo mecanismo que lleva a un niño a pulsar “enter”
en su computadora para acceder al siguiente nivel de un juego fascinante. Ellos no
ocultan su orgullo cuando se vuelven diestros en juegos complicados ni los
montañistas se avergüenzan de su atracción por las cumbres más altas.
Hay una última dificultad en la lectura, como una enfermedad terminal y
melancólica, que señala Arlt en una de sus aguafuertes: la sensación de haber leído
demasiado, la de abrir libro tras libro y repetirse al pasar las páginas: pero esto ya lo
sé, esto ya lo sé. Los libros difíciles tienen la piedad de mostrarnos cuánto nos falta.

Guillermo Martínez
Clarín, 24 de abril del 2001, Suplemento de Cultura.

(Me gustaría agregar, sin ahondar demasiado en un tema que tan bien explicado está, que asi como el escritor se refiere a los libros, pasara muy seguramente con CDs, Cuadros u otras expresiones artísticas).